008. SECUESTRO
AMALIA
— Bien, uf, creo que eso es todo – la señora Parker resopló mirando el montón de comida y cobijas acomodadas en el almacén.
La verdad es que estaba asombrada de la cantidad de provisiones que había en el sótano de esta mansión, ¿se preparaban para un ataque o algo así?
— ¡Ay, no puede ser!, olvidé decirle a Ofelia que repusiera las toallas y creo que ya se fue a su casa - dice de repente mirando a la puerta y lista para buscar a alguien.
— Sra. Parker, yo voy, puedo hacerlo – le aseguro y se gira a examinarme y pensar.
No sé por qué tengo la sensación de que todos siempre se andan midiendo a mi alrededor, como si fuese excluida de algo importante.
— Bien querida, cuento contigo, es algo sencillo y luego ve a descansar, los huma… bueno, las chicas jóvenes necesitan descansar – y con la misma me da una cesta llena de olorosas toallas.
Sigo sus indicaciones, la mansión parece media vacía y silenciosa, es de madrugada, supongo que ya duermen.
Paso justo por un pasillo que reconozco