Capítulo 19 – Una mala noticia.
Me despertaron sus caricias, sobre la piel desnuda de mi estómago, y cuando giré la cabeza él estaba allí, mirándome.
- ¿Qué estás haciendo aquí? – me quejé, sorprendida - ¿no tenías una reunión a primera hora?
- No – contestó. Le miré, sin comprender.
- ¿Cómo qué no? – mi tono le hizo reír, durante un buen rato, y entonces sonreí, observándole allí, a mi lado, en mi propia cama, donde habíamos acabado la noche anterior, teniendo más de ese sexo que me hacía desconectar del mundo.
- Te lo prometo – insistía, mientras yo volvía a asentir.
- Que sí, que me lo dijiste ayer, en el avión – me quejé.