Capítulo 2

Despierto nuevamente, pero no estoy en el hospital, estoy en el patio del castillo Perkins y la veo a ella, la escucho llorando mientras está sentada en el piso llorando.

Estrellita mía, no llores por favor, se me partirá el alma mas de lo que ya estoy roto.

Me voy acercando a su cuerpo y la veo de frente, tenía a Rocky en sus brazos y este tenía sangre en el pecho.

No, ¿Qué paso aquí? Star dime qué no es cierto, mi hermano no está muerto. Cómo la vez anterior, ella tampoco logra escucharme, me arrodillo ante ellos y lloro.

Rocky, hermano, ¿Por qué me haces esto? ¡Mierdaaa! Le gritó al cielo y a los dioses, ¡Puta mierdaa! ¿Por qué me hacen esto? ¿No era suficiente dejarme huérfano? ¡Malditos imbéciles que solo piensan en ustedes!

Sé que Rocky hizo cosas malas, pero yo también, ¿Acaso era un castigo para él llevárselo o me están castigando a mi, putas mierdas?

Y tú, veo el cuerpo de Rocky, eres el grandísimo imbécil, ¿Cómo te atreves a dejarme? Se supone que éramos tu y yo juntos por siempre. Golpeo su puto cuerpo.

—Tienes razón, era muy puto —escucho su voz.

Me volteo y era él, estaba con una sonrisa, tu estúpida sonrisa cuando quiere hacer un chiste.

—Grandísimo imbécil —le reclamo con enojo.

Me levanto y cuánto deseo golpearlo.

—¿Por qué carajos te suicidaste?

—Necesitaba salvarte Ross.

—No podías decidir eso solo, mi vida no puede valer por encima de la tuya.

—Tu eres importante para ese mundo Ross.

—Tu también idiota.

—Mi trabajo ya terminó Ross, tenía que irme.

—Tu trabajo no ha terminado, se supone que tenías que estar conmigo, hasta de viejos. —Comencé a llorar—. Eres un idiota.

—Esa no era mi única misión Ross, gracias por hacerme feliz y darme amor familiar, algo que perdí hace tiempo cuando mamá enfermó con fuerza.

—No me dejes Rocky —le pido.

—Ya no puedo volver.

—¿Por qué no?

—Porque si vuelvo, no podrás estar con Star.

—Pero… —me interrumpe.

—Ya no seas maricon Ross —se ríe.

Lo conozco, sé que le duele, pero no quiere transmitir tristeza, así que saca chistes para hacerlo contagioso.

—Sé no vas a encontrar a nadie que te joda y te folle tanto como yo.

—Eres mas problemático que una mujer, pero tienes razón, no habrá nadie mejor que tu.

—Y si veo que me eres infiel incluso después de la muerte, te voy a hablar la cola en las noches, no puedes acostarte con otro hombre, yo soy tu primer y último hombre.

Me hace reír en medio de mi llanto.

—Eres especial, nadie te quitará tu puesto —le sonreí y el me devuelve la sonrisa—, sabía que tenías problemas, pero no sabía que eras tan enfermo como para suicidarte.

—Lo hice por amor tonto, amor por ti y por Star, sé que tú muerte le hubiera dolido muchísimo más, yo no podría vivir con eso.

—¿Y crees que nosotros podremos vivir con tu muerte?

—Obvio no, soy tan perfecto que soy difícil de olvidar.

Se pone creído y ruedo mis ojos.

—Incluso siendo fantasma eres un imbécil.

—¿Acaso debería cambiar?

—No sé a donde irás, pero deberías mejorar tus actitudes o te enviaran al infierno por no comportarte.

—Mi vida ya era un infierno Ross, debes entender eso, tal vez Star y tú me hicieron ver el paraíso antes de entrar al cielo, pero aún me sentía miserable, estaba sufriendo y con mucha presión.

—Tu padre era el rey y él te hizo la vida un infierno.

—Así es.

—Entonces, ¿De verdad no piensas regresar? —Él niega.

—Si vuelvo, tu no vivirás, eres importante, eres alfa, yo jamás iba a ser alfa, estaba enfermo con doble personalidad, iba a ser un peligro.

—Lo lamento.

—Yo también, perdóname por haberme ido sin despedirme en la tierra y cuando me dijeron que estarías aquí, decidí aprovechar.

—¿En dónde estamos?

—En el limbo, debes luchar Ross, ya yo hice mi parte, pero tú estás tan débil que aún estás en coma.

—¿Entonces moriste por nada?

—No fue por nada Ross, suficiente hice con detener tu muerte, pero era muy tarde cuando lo hice, Star no quería dejarme ir y eso me dolía, pero debía hacerlo para salvarte, ahora tu debes luchar para volver a tu cuerpo.

—¿Podrías quedarte conmigo y me ayudas? Ya que no me dejaras ir contigo.

—No puedes ir conmigo, debes ir con Star, así que pelea por volver a tu cuerpo, no tengo tiempo, pero haré lo que pueda Ross.

—Entiendo. —lo abrazo—. Te amo.

—Yo también te amo, bro.

—¿Cómo vuelvo? —Me separó del abrazo.

—Primero debes aceptar que me iré, con el embrujo de mi padre, ambos estábamos conectados, yo decidí irme y tu quedaste en coma porque no querías dejar irme.

—Sabía que algo me faltaba, pero no sabía que eras tú.

—Y ahora debes dejar que me vaya.

—Dijiste que te quedarías para ayudarme.

—No, dije que haría lo que pudiera, Ross, entiende que si no me sueltas, te vendrás conmigo y ahí si todo habrá sido en vano, yo me morí para desconectar nuestro vínculo en la tierra, pero aún seguimos conectados en espíritu, pero es por ti, tienes que dejarme ir.

—¿Te volveré a ver?

—Solo Star y mi padre me verán, Star porque es mi mate y mi padre porque tenemos la misma sangre.

—Entonces abrázame una última vez si no te volveré a ver.

Lo regreso a mi y lo abrazo con fuerza.

—Gracias Ross, por darme al mejor hermano que nunca tuve.

—Tu también gracias.

—¿Por qué? Yo solo he traído cosas malas.

—La vida no es fácil hermano, pero eso no significa que deba rendirme.

—Gracias por creer en mi Ross.

—Gracias por estar en mi vida Rocky.

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