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LA MESA NÚMERO DIECISÉIS
CAPITULO XILA MESA NUMERO DIECISEISLa cafetería Londres recobraba su aspecto habitual, y sus clientes, casi siempre los mismos iban llegando a medida que sus trabajos les permitían un breve receso. Parecía que tras la tormenta del día anterior con las comadres y sus hijos, una paz pesada y densa se hubiese afincado en la cafetería. Los cuatro amigos se sentaban con sus tazas de café y se miraban echándose a reír ante la imagen que conservaban en sus mentes del día anterior.-Ayyyy…esto de tener madre…-quebraba el silencio Antonio.-¡Hijos que tenéis madres!, ¡cuánto tenéis que sufrir por ellas!-añadió en tono lastimero Martín.-Pues mi madre esta como en trance, por un momento ayer al llegar a casa, creí que iba allegar un platillo volante ya llevársela de verdad al cielo, para ponerle una casa una vaca y un río…mira que estaba callaaaada callaaaada, como si le hubiesen cortado la lengua.-Pero, ¿está bien?-Se interesó Martín, que había asumido el papel de padre protector de aquello
LA TRAMA DE LA MARCIALA
LA TRAMA DE “LA MARCIALA”El alto y rubicundo varón, envarado y vestido con un traje de excelente corte, miraba desde su posición privilegiada a los que iban llegando a la sala, donde se iba a desarrollar el acto del día especial túngido. Su sonrisa estereotipada y artificial, encantaba a las mujeres, que iban llegando y también a algunos hombres, que disimulaban sus sentimientos a fin de poder acceder al “Nuevo Mundo”, al que no pasaría nadie que no señalasen los grandes líderes túngidos. Quinientos asientos, se alineaban en filas ante él en la sala de la Universidad Complutense de Madrid. En la plataforma, un atril de madera de caoba y cinco sillas contra el telón de fondo, indicaban que habría elegidos que saldrían a la palestra. Por la puerta fueron penetrando los más idolatrados “Predicores del Año” y entre ellos ¡”La Marciala”!, que se sentó en primera fila, acompañada de su hija Ana, que de nuevo vestía uniforme túngido, con una falda marrón hasta los pies y una blusa gris que
LOS SECRETOS DE LAS COMADRES
CAPITULO XIILOS SECRETOS D E LAS COMADRESLa primera sesión de confidencias entre las comadres y sus vástagos, resultó un escándalo que a Jon el dueño de la cafetería Londres, se le antojaba rentable y deseado…sabía ya por experiencia que la gente acudía más por ellos que por sus cafés a su local, y francamente mientras consumiesen no le importaba.-¿Te acuerdas Alfonsa, hija, de cuando éramos niñas y nos daban dos perras gordas pa ir al cine? Éramos ricas entonces con aquella “perrillas”, luego vino la guerra, la postguerra, y ya ná tó se echó a perder…-Bueno todo, todo, no…-se retorció coqueta Amadora-yo aún recuerdo a un mozo bien plantao que me pretendió…tenía unos ojazosss…-Mamáaaa eso no me lo habías contadoooo-le dio un codazo, fingiendo enfado y echándose a reír a carcajadas, ante la imagen de su madre con un hombre haciéndole carantoñas, Antonio.-Pues no creas hijo, que yo también fui joven y tenía una cinturita de avispaaaa, y unos…unos…hizo un ademán evidenciando sus p
TRES PAREJAS
CAPITULO XIIITRES PAREJASAntonio, estaba muy nervioso, su reciente pareja, había decidido venirse a vivir a España e instalarse en Madrid para así poder vivir juntos, y claro Antoñito nunca se había separado de su mamáaaa…Marla paseaba del brazo de su elegante dama, orgullosa de su nuevo look de mujer delgada y enamorada…y sus caderas se contoneaban como en un cortejo nupcial en que se estuviera incitando a la cópula…pero Martín y Ana se besaban ante sus madres, que aún se escandalizaban de las otras dos parejas, pero aprobaban tácitamente la relación de sus dos “nenes”, tan “normalitos” ellos. La lengua de Ana y la de Martín se enroscaban dentro de sus comunicadas bocas como serpientes sedientas en un beso profundo que les sacaba d ela realidad para transportarlos a un mundo ignoto…Marla que ya no podía más tomaba de manera dominante a Adell y la besaba en plena Gran Vía de Madrid sin detenerse a pensar en nada que no fuese sus deseo de penetrar en el cuerpo de Adell de la forma
CUANDO MANDA EL AMOR
CUANDO MANDA EL AMOR-Eso es porque te sientes inferior y perdona pero tú vales millones querido. -le soltó de sopetón Ana, dejando a todos patidifusos--No...no sé que decirte Ana, ¿crees que podría gustarle a alguien de esa clase y tan atractivo?, ¿no me ves poca cosa para él?-Pues no, sois muy majos y tú en concreto tienes un atractivo varonil muy...mmmm-se torció en un gesto sinuoso Ana.Marla sorprendida por el inusual desparpajo al que no les tenía la túngida acostumbrados en su primera fase de café Londres, se atrevió a intervenir.-Pues yo opino como la túngida se ha ganado la casa la vaca y el rio desde luego, con esa afirmación, ¡ni que fuese siquiatra!Al parecer las madrrs estaban en crisis más viejas y una había muerto, quedaban tres y eran de armas tomar. Librarse de ellas otro fin de semana era ahora el objetivo a conseguir, pocas cosas parecían haber cambiado. El amor era algo que les atormentaba y esta vez estaban dispuestos a conseguirlo ¡y a marcharse de casa! ,P
LA REUNIÓN D ELAS MADRES
LA REUNIÓN DE LAS MADRESAquella noche, estaban todos reunidos, ¡con sus madres también!, sí, habían tenido una importante reunión, una conspiración "antimadres" y habían decidido que deberían decirles lo que pensaban sin ambages. De esta forma estarían seguros de poder separarse de sus dictaduras sobre ellos y poder respirar tranquilos. Solo había una manera ee hacerlo, claro, a pesar de haber considerado varias, que desecharon por imposibles, sus caracteres, iguales en realidad imponían sus reglas de manera implacable. Pero esto no podrían evitarlo y su poder desaparecería de un plumazo, claro si eran capaces de sobrevivir a sus respectivos chantajes emocionales y sus recriminaciones posteriores.El restaurante era un lujoso local desde cuyos ventanales se podían ver las olas golpeando las rocas y e escuchaba el rumor del mar. Las mesas habían sido unidas en una sola para dar cabida a las tres madres y los cuatro hijos. Era el momento crítico entre ambas generaciones y de salirles b
EL REGRESO A CASA
EL REGRESO A CASALas vacaciones conjuntas de hijos y madres tocaba a su fin, y esta vez regresarían juntos a sus casas, aunque cada hijo iría a la suya propia y cada madre a la suya. Todo estaba en su sitio, pero ahora faltaba enraizar aquellas relaciones amorosas que estaban en la cuerda floja. Antonio llegó a casa donde le esperaba su pareja, John.-¿Que tal los días sin madres?, seguro que deseando de repetir...-le dijio John que ignoraba todo lom ocurrido.-¡Ay cuando te cuenteeee!, pero primero...-se acercó a él y lo besó como si fuese la primera vez que leo hacía. Con tal apsión, que casi le asustó a John.-¡Pero bueno!, ¿qué es esto?, voy a tener que mandarte con tu madre más dias cariño-ironizó.-Es que me he dado cuenta de que te tengo descuidado, que no te valoro lo suficiente y que me resultas imprescindible en mi vida amor.Esta vez fue John quien lo besó ardientemente y lo abrazó como si quisiera axfisiarlo.-Cariño, no digas esas cosas eres lo mejor que me ha pasado en
CUANDO VENCE EL AMOR
CUANDO VENCE EL AMORAquel último día de la guerra de las hijas y las madres, era un día frío, nevaba y el suelo se estaba blanqueando, habían quedado en un lugar para ellos emblemático, les iban a mostrar a sus madres la cafetería Londres. Allí comenzó todo, la comprensión de quienes eran, de qué eran y que necesitaban el amor pero sus madres eran sus “peores enemigos”, y debían neutralizar sus dictaduras, cuatro madres y cuatro hijos que deberían ajustar sus reglas d convivencia y sus maneras d e pensar para ser familias felices e independientes de ideologías extrañas y traumas dominadores de mentes. Le habían pedido a su dueño que la decorase al más puro estilo navideño y es que quedaban pocos días para navidad. Deseaban celebrarla juntos ahora que ya era posible disfrutar estando juntos todos, solo echarían de amenos a la madre de Martín. Le acogerían especialmente para no dejar que la tristeza se apoderase de su mente. Era tiempo de alegría y habían comprado regalos para sus madr