O primeiro tomo das sombras está em suas mãos, agora não há mais volta para você, beba do conhecimento da dor e coma a carne da fera. Julia castelo uma mãe dedicada de uma típica família, mas sua vida e a de sua família se amaldiçoam depois de encontrarem um objeto, uma caixa, algo tão pequeno e simples, que apenas por sua abertura diante dos olhos seria a desolação, com a modificação dos corpos e as incógnitas de todos os medos.
Ler maisClyde besaba a la chica que tenía en sus brazos con una pasión que hacía que el viento frío del país se calentara alrededor de ellos. Y es que no hay pasión más profunda que la que nace de un amor profundo, y en especial, cuando se trata del primer amor.
La chica se arqueaba procurando pegar su cuerpo del joven que la tenía estrechamente pegada a sí mientras parecía que se comía sus labios. Algo en el fondo de su conciencia le decía que lo que estaban haciendo era riesgoso, que las cosas se podrían salir de control y que podría perder su virginidad esa misma noche, pero la excitación había subido a un nivel peligroso ofuscando un poco su sentido común.
Las manos de Clyde habían comenzado a recorrer el hermoso cuerpo de la chica, las manos recorrieron la espalda, desde su cuello hasta el comienzo de sus hermosos y turgentes glúteos, ella lo dejaba hacer al mismo tiempo que ella misma recorría a su vez la espalda masculina, mientras estaban recostados en el amplio sofá para tres personas
Clyde y Megan habían estado saliendo en los últimos tres meses, estudiaban en la misma universidad desde hacía un par de años, pero nunca habían interactuado mucho, hasta que un incidente que los involucró a ambos los hizo acercarse de una manera que no habían experimentado antes.
Y en esta ocasión particular habían decidido ir al apartamento que Clyde había alquilado en la ciudad desde hacía un mes, alegando que no le gustaba mucho estar en el campus de la universidad, así que estaban completamente solos.
Clyde profundizaba el beso de una manera casi salvaje, sus labios abrían los labios femeninos mientras su lengua invadía la cálida boca de la chica. Se sentía muy excitado, porque nunca habían podido besarse con tranquilidad, pero ahora estaban solos, sin nadie que pudiera interrumpirlos.
Una de las manos de Clyde se deslizó de la cintura de Megan por debajo de su brazo, que en ese momento agarraba los abundantes cabellos masculinos para atraerlo hacia ella con mayor facilidad, pero la mano no se detuvo allí sino que siguió subiendo hasta alcanzar el hermoso pecho femenino apretándolo con pasión.
Megan sintió la invasión a su sensible pecho y un golpe de excitación terminó por enceguecer su mente, solo quería sentir y sentir más de lo que estaba sintiendo. Un gemido agudo se escuchó contra la boca masculina mientras se pegaba lo más posible al cuerpo masculino.
Megan sacó la camisa del joven y sus manos recorrieron la espalda por debajo de la tela, disfrutando de su calidez, aunque realmente sentía que la piel masculina estaba casi ardiendo de lo caliente que se sentía. Pero no hizo mucho caso, creyó que eso era normal por las circunstancias, pues ella misma sentía que se estaba quemando por la excitación.
Clyde siguió acariciando el firme pecho femenino por unos instantes, pero luego su mano se metió entre ambos cuerpos y comenzó a desabotonar la blusa de la chica. Ella se echó un poco para atrás, puesto que ella estaba encima de él, para facilitarle la tarea.
Ella aprovechó para tratar de quitarle la camisa y él se levantó un poco más para que ella la pudiera sacar con más facilidad, así que ambos se despojaron de sus prendas superiores y se unieron de nuevo en un renovado y apasionado beso.
Clyde metió las manos por debajo del suave brassier de tela de encaje con facilidad, hasta que sus dedos se apoderaron del duro y virginal pezón de la chica. Ella emitió un nuevo gemido y sintió como se humedecía su intimidad de una manera que jamás le había pasado.
Por supuesto que nunca había tenido una relación sexual completa, sin embargo si había tenido unas caricias con un chico que fue su novio en la secundaria, pero las cosas no pasaron a mayores porque ella tuvo miedo y terminó rechazándolo varias veces.
Pero ahora no quería apartarse ni tampoco, apartar al hombre del que se había enamorado profundamente y que amaba con todo su corazón.
Él tampoco razonaba, solamente quería poseer ese cuerpo que lo enloquecía, tomar esa esencia de la que se había enamorado con locura. Al principio había tratado de evitarlo, no sabía si podía controlarse a sí mismo, o si ella corría peligro, su legado estaba en su sangre y eso lo convertía en alguien fuera de lo común.
Pero luego dejó de preocuparse, de vez en cuando salían juntos y en el cine aprovechaban para besarse y compartir unas tímidas caricias, pero ahora que estaban solos no quería detenerse a meditar.
Terminó de quitar el brassier y así tuvo acceso a ambos pechos, los cuales acariciaba con fruición mientras ella se restregaba con la pierna masculina que estaba entre las suyas.
Ya la pasión estaba subiendo a niveles muy altos, donde ambos solo querían llegar a la consumación del acto, ella se sentía lista, él se sentía preparado.
Clyde la levantó con mucha facilidad mientras se sentaba en el mueble, la cargó hasta ponerla acostada debajo de él, pero antes de besarla de nuevo descendió con su boca por el cuello femenino haciendo que la piel de ella se erizara por completo.
Pero no se detuvo en el cuello, siguió bajando dejando un rastro de fuego en la piel de Megan hasta que llegó a los hermosos y esbeltos pechos, allí se apoderó de ellos con las manos mientras trazaba círculos de fuego con la lengua alrededor de los pezones, los cuales se habían endurecido tanto que parecían hechos de piedra.
Megan gemía suavemente mientras disfrutaba de la enloquecedora caricia, y por instinto, más que por conciencia, sus manos se dirigieron al borde del pantalón de Clyde, procurando abrir el botón de cierre, lo que no se le hizo tan difícil porque él no usaba cinturón.
Pero él también estaba desatando el pantalón de ella, el delicado cinturón metálico cedió sin ningún problema, así como el botón y el cierre. Él bajó el pantalón con suma facilidad hasta que se lo sacó por los pies, dejando expuesto el sensual bikini rosa que ella usaba para cubrir su más recóndita intimidad.
Clyde acarició su pubis por encima de la tela, haciendo que ella se arqueara contra su mano. Luego besó su vientre mientras terminaba de quitarse sus propios pantalones y la ropa interior, quedando completamente desnudo.
Siguió besando su piel y subiendo por su cuerpo hasta que sus labios se apoderaron de nuevo de sus pezones erectos, lo que hizo que ella aumentara sus gemidos por el placer que sentía. Megan acarició la ahora completamente desnuda piel de su novio, y sin perder más tiempo bajó sus manos todo lo que pudo hasta apoderarse del enhiesto miembro masculino, ahora al que le tocó gemir fue a Clyde.
Este se dejó caer sobre el suave cuerpo femenino mientras buscaba la boca femenina para volver a fundirse en un beso infinito mientras las manos de ambos se prodigaban caricias mucho más íntimas.
Clyde se sentía arder, como si tuviera fiebre y Megan sentía como la temperatura del cuerpo masculino parecía aumentar. Ella separó sus piernas y él se movió entre ellas, de manera que el miembro rozaba la intimidad de ella, solo faltaba apartar un poco la delgada prenda y el camino quedaría libre para consumar lo que tanto deseaban.
Pero algo no estaba bien por completo. En medio de la excitación, Clyde pudo sentir cómo sus músculos iban creciendo y su piel comenzó a llenarse de una vellosidad fina pero abundante.
—Hazme tuya, mi amor —jadeó ella sin poder contenerse, al mismo tiempo que elevaba las caderas para facilitar el contacto final, sin darse cuenta de lo que le ocurría a él.
Con un rugido que salió de lo más profundo de su pecho Clyde se levantó y salió corriendo hacia el balcón, saltando sin dudar a pesar de que estaba en un tercer piso.
Gelado por todo o corpo mesmo submersa continua a cair como de um penhasco a baixo, sente como por dentro de algo molhado, viscoso, gelado e sujo, muito sujo, continua cair até sentir sua perna esquerda sair por baixo, como se ja estive chegado ao fim, sua perna sente o vento abaixo, sem conseguir respirar continua a se mexer para baixo para libertar, com a outra perna chuta pelo o mesmo rasgo que a outra perna e ao rasgar como uma pele fina desce o resto e só então sentada no chão observa que estava aprofundada em lama, a mesma lama estranha que sonhou, ao olhar para cima nota que a onde estava dentro da lama era uma verdadeira pele, que há veias e se remexia como um orgão vivo, ela sentada ao chão, em volta não há paredes apenas um céu estranho com cores verdes e roxas, ela se vê em uma plataforma no ar, mas nota agora em volta dela que há homens, todos sorriem, fitão-a, confusa e sonol
De joelhos cuspindo sangue, Antonio recebe mais um golpe no rosto, enorme gordo tatuado a frente a ele com sua mão roxa de tanto o bater, coloca as mãos no chão para não cair deitado no chão, ao seu lado o calor das fogueiras esverdeadas, a essa distancia sentia ainda maior estranheca dessa coloração no fogo, observa seus amigos ao lado, de joelhos e exauridos, em volta deles estavam de pé todos os homens e mulheres secos, muitos apontam para eles e gritam, Douglas ainda muito desnorteado nota que sua arma ainda esta em seu coldre, surpreso olha para seu amigo, mas ele responde que não com a cabeça, então se virá para Julia que com as palmas das mãos queimadas tenta não tocar o chão, mas logo ela sente falta de algo e olha para trás e envolta, não consegue achar, até ver nas mãos do homem gordo, que voltava para colocar em cima da mesa de pedra a caixa
O vento passa forte entre os vidros, o pneu gasto faz agudo entre as freiadas, Antonio focado com as mãos na direção, Douglas limpa o cano de uma pistola no banco de carona, Julia ao banco de trás folheia as paginas. Estudo de Alessandra Morais Meu nome é Alessandra Morais, e o que acabo de ver na casa de uma cliente é inacreditável, sua família inteira parece ter tido lapsos mentais perigosos, todos menos ela, o motivo não sei ainda, o marido parece ter ficado paranoico e com síndrome de perseguição e um apego emocional com objetos inanimados a ponto de partir a violência facilmente, e seu filho tem a síndrome do pânico, com medo de tudo ao seu redor, sua filha é bulêmica e anorexa, mas de uma forma extrema, de uma forma jamais vista, é mesmo algo muito triste, mas para mim ajudar esta família seria sim uma dádiva, e todos os testes que poderei fazer, e até mesmo os avanços que terei com eles seriam todos publicados, mas algo que tenho que e
Júlia sentada na cama, de frente ao detetive desacordado, que logo desperta e devagar observa a criatura com atenção ao seu lado, então entra no quarto e com muito medo pergunta a Júlia.- O que é isso?Ele se surpreende com a atitude de Júlia que estava vislumbrando a luz âmbar do sol da tarde e a ele responde muito intediada.- Eu não sei, mas talvez já tenha sido meu marido.- Surpreso com a revelação ele olha de volta para o corpo no corredor e volta a ela.- Este é o seu marido? Aquele que me pediu para procurar?- Ele não era assim, eu não sabia que algo assim existia.Douglas ouvia o que ela dizia, mas não parava de olhar em volta e de sua testa escorria suor, Júlia por ver seu desespero volta a dizer a ele.- Detetive, você não está bem, sente-se, eu sei que não será f&a
Tantas lágrimas secaram antes que pudesse saber para onde seus filhos foram, a essa hora já havia revirado cada colchão, puxado cada armário e olhado a cada centímetro dos bairros em volta, muitas vezes desligou uma chamada à polícia pois não poderia explicar os fatos, pensariam que estivesse louca, não comeu por dias, desesperada pelas respostas que não poderia alcançar, se permanecia a passear entre os quartos as escuras.Deitava-se nas camas de seus filhos para com as lágrimas sofrer, encostada a janéla observava a família do vizinho do outro lado da rua, onde duas crianças brincavam com bexigas d’água e o pai delas brincava junto a elas, todos rindo alto, logo a mãe das crianças usando um avental os chama para comer, depressa elas obedecem entrando aos pulos, o marido dela se aproxima e ela dá a ele o avental, se beijam e se despedindo
O caminho de volta parecia não acabar, muito nervosa errou por muitas vezes as ruas e freiou bruscamente quase acertando outros carros e atravessando muitas vezes o farol vermelho e arriscando a vida de pedestres, até chegar em sua residência. Todos que estavam ali brincando na rua, já haviam se recolhido, mas Julia fica assustada novamente com outra coisa de lhe tirar o fôlego, ao parar em frente a sua casa, tudo estava apagado, mesmo que lembrasse de ter deixado as luzes acesas dos quartos.Ao sair do carro se aproximou com medo ao tentar destrancar a porta, mas estava aberta e abriu com facilmente sem girar a maçaneta..- Está arrombada, mas de dentro pra fora, Meus filhos tentaram fugir?Com tantas dúvidas e sua dor de cabeça ainda com mais pontadas, empurra devagar a porta, por alguns segundos o silêncio e a escuridão dominam sua atenção, a casa parecia nã
Último capítulo