Capítulo 429 Lo siento, es mi culpa
Rápidamente, la secretaria trajo a Walter.

Walter entró en el despacho y miró a Claus. En su actitud no se apreciaba el más mínimo respeto. Era como si la persona que tenía delante no fuera más que un insignificante ser humano.

Como si hubiera entrado en su propia casa, se sentó en el sofá sin preocuparse por lo demás.

—Vaya, vaya, que inusual ver al señor Burgos venir a esta pequeña sucursal. ¿Que lo trae por aquí? —Tenía una actitud completamente perezosa, en su comportamiento y en su tono. También había cierto desprecio mientras miraba a Claus.

Estaba asociado con el segundo tío abuelo, así que naturalmente pensaba que tarde o temprano la totalidad del Grupo Burgos estaría en manos del segundo tío abuelo. Claus no era más que un discapacitado, así que ¿cómo iba a competir con alguien como el segundo tío abuelo, quien tenía una agenda bien planificada y de largo alcance?

Además, se había enterado que Claus acababa de caer gravemente enfermo. De verdad se había atrevido a venir en
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