Estrella estaba al lado y guardaba silencio. No volvió a intervenir en su conversación después de decir un ´´en adelante´´.
Con el ceño fruncido, reflexionó en lo que había dicho Zamora. Era ella quien había estado con Rosalía desde anoche hasta hoy.
Rosalía había estado bien esta mañana al despertar y había mantenido una conversación alegre con ella. Si alguien hubiera intentado envenenarla, lo habría hecho entre esta mañana y el mediodía.
Tras reflexionar por un momento, Estrella dijo: —Como solo una enfermera entró en la habitación esta mañana, creo que el tío puede llamarla acá para preguntarle más detalles.
Cada ronda estaba registrada, así que encontrarían a dicho enfermero al revisar el registro.
Zamora asintió con la cabeza y revisó el registro. No tardó mucho en encontrar a dicha enfermera y la llamó para acá en seguida.
—¿Qué pasa, señor? —preguntó la enfermera con mucho respeto.
No quería comportarse mal ante tantas personas.
—¿De dónde habías adquirido esa medicina que le