Raquel creía que todo allí había terminado, pero desconocía que el castigo que Claus le impuso estaba muy lejos de haber concluido.
Después de expresar su agradecimiento a Claus y Estrella, Raquel pensó realmente en irse. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, la policía tocó directamente a la puerta y arrestó a Raquel.
—Raquel, según nuestras arduas investigaciones, tu discoteca nocturna tiene muchas actividades ilegales. Por favor, acompáñenos—las frías esposas fueron colocadas en las manos de Raquel.
Raquel aún forcejeaba desesperadamente, —No fui yo, no he hecho nada. Suéltenme, suéltenme.
La policía se llevó a Raquel y dejó sus lamentos afuera.
Finalmente, Raquel experimentaba las consecuencias amargas de su grave error. Su discoteca nocturna estaba involucrada en transacciones ilícitas.
Aunque Raquel se beneficiaba económicamente, no intervenía en esos asuntos para nada.
El éxito de su discoteca nocturna indicaba que los negocios de Raquel no eran para nada ni limpios