Han pasado un par de días desde ese incidente, Massimiliano no ha sido el mismo, ha tardado en poder dormir y descansar, los cuidados han sido mínimos pero el daño emocional ha sido fuerte. Nos encontramos esperando nuestro vuelo a Vermont. La abuela debe de estar encantada y siento que esto va a ayudarnos.
Las cosas en casa han dejado de estar tan tensas desde aquel incidente. Michael aún se siente un tanto consternado y no es para menos al encontrar a su padre tirado en el suelo del baño con un frasco de pastillas en su mano.
Por otro lado Massimiliano se ha disculpado con nosotros casi a diario. Ha prometido mantener su problema con el alcohol lejos de nosotros.
Escucho como llaman a nuestro vuelo y Massimiliano se pone de pie con mis dos maletas de mano.