Llegamos a la oficina, he llamado a Emily para decirle que viniera más tarde, pero su teléfono sigue apagado. He venido con ropa informal, porque debemos limpiar y ordenar, esto es algo que debemos hacer entre todos y los títulos hoy no valen.
-¿Crees que vendrá? Hoy tenía libre – me dice mi padre -.-Me dijo que sí, confío en ella.Y nada más se abren las puertas del ascensor la veo dando órdenes a varios de los muchachos, mientras ella misma limpia algunos de los escritorios. La veo en un buzo deportivo, sin tacones, sin maquillaje y por primera vez puedo observar sus lindas pecas que adornan su rostro.-Buenos días, señores Cavalcanti – dice organizando un archivero -. Ya envié a alguien para que ordenen su oficina, señor Massimo – le dice extendiendo su mano para saludarlo -. La tuya, espera a que tú mismo lo hagas, nos falta mucho person