Capítulo 40
Nieves estaba sorprendida. Tomó los documentos con vacilación y miró a Julio con confusión: —¿Cómo lo supiste?

—Me dedico a la tecnología. Conseguir esta información es bastante sencillo —respondió Julio con total naturalidad mientras abría los paquetes de comida.

Era la primera vez que Nieves escuchaba a alguien hablar de este tipo de cosas con tanta despreocupación.

De repente se dio cuenta de que, aunque Julio ahora era más maduro y sereno, en el fondo seguía siendo como antes, con esa inexplicable inmadurez y ese aire presumido.

—Lo más importante ahora es comer. Después hablaremos con calma —dijo Julio, ofreciéndole unos palillos con una sonrisa.

Durante estos días, Julio siempre había estado a su lado. Su preocupación era sutil pero perceptible para Nieves.

Mirando los palillos que le ofrecía y la comida humeante sobre la mesa, sintió una extraña sensación. Antes, era ella quien esperaba a Francisco en casa, quien lo atendía. ¿Cuándo se había preocupado Francisco por si ella comí
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP