Carlos no pudo soportarla más y rompió con Laura por completo.
—¿Realmente me salvaste? No tienes mucha fuerza y no sabes nadar. ¿Cómo pudiste arrastrarme a la tierra? Alguien debió haberme traído a la tierra y le robaste el mérito. Me mentiste que tenías asma porque me salvaste y aprovechaste la enfermedad para chantajear mi afecto. ¿No te da vergüenza? Para conquistarme, has hecho muchas cosas viles.
Me quedé atónita al escuchar el análisis lógico de Carlos.
Resultó que sabía toda la verdad.
Entonces ¿por qué estaba dispuesto a dejarse engañar por Laura?
¡Incluso Laura aplaudió cuando escuchó su análisis!
—Carlos, resulta que tienes el cerebro. Ya que sabes que te mentí desde el principio, ¿por qué cooperaste conmigo? ¿No codiciaste mi belleza y mi persecución para satisfacer tu pervertida vanidad? Ahora que tú y Natalia habéis roto, ¿quieres echarme culpa? Eres un verdadero cabrón. Disfrutaste la relación ambigua conmigo, y al mismo tiempo quisiste casarte con tu novia. Solo me apro