¿Borracho?
Silvia quiso rechazar, pero las palabras de negativa no lograban salir de su boca.
Sin importar cuán absolutas fueran las palabras que dijera, no podía negar que se preocupaba por Daniel.
—Está bien.
Se vistió, tomó su bolso y salió, el bar Winner no estaba lejos del hotel donde se hospedaba, solo le tomó diez minutos llegar.
Las dos y media de la madrugada en San Noc también tenía su propio encanto, no había absolutamente nadie en las calles, la luz amarillenta de las farolas caía a sus pies.
Al llegar al bar, se quedó paralizada.
Antes de entrar, a lo lejos vio a Milena, ella salió apresuradamente y abrió un auto al lado de la calle.
Su respiración se aceleró, porque detrás de Milena vio a Daniel, estaba siendo ayudado por el mesero a salir.
Milena le abrió la puerta del auto, lo puso en el asiento trasero, luego se volteó a hablar con el mesero.
Aunque la distancia no era corta, en la calle silenciosa Silvia aún pudo escuchar su conversación.
—Gracias por llamarme, fue un