La sangre de Amir hervía como si estuviese en el mismo infierno, el CEO no veía aquellos carteles, como un ataque hacia Olivia, aunque claro que lo era, y es que Amir estaba tan enamorado de su curvy secretaria, que, para él, cada una de sus curvas estaba en el lugar correcto, Olivia era la diosa de la perfección, tal y como estaba, porque Amir Rossi así la había conocido y ante sus ojos, nada le faltaba y mucho menos, nada le sobraba.Claro que Olivia veía el panorama desde un punto diferente, lo veía como lo que era, más al haber escuchado los murmullos tras su espalda, Louis todo apuntaba a ese maldito bastardo despreciable, solo él podía ser tan imbécil de hacer un movimiento como aquel.Claro que Olivia no se olvidaba de que este hombre mediocre, estaba acostumbrado a tratar con Luc, pero aun así, todos tenían un límite, y es idiota debería de saberlo, en la sombra de la moda no encontraría un CEO amistoso, y eso era lo que le encantaba Olivia de Amir, no es que siempre fuese rud
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