—Todo esto parece un sueño. —Ya no hablaba de la ciudad ni del agua, lo sabía—. Uno de esos sueños en los que caes, intentas volver a la superficie, pero no puedes. Y cuanto más tiempo paso aquí, más me parece que mi vida en Nemford es el sueño. No sé. Quizá todo el mundo se siente así de vacaciones.Se recordó a sí mismo que no estaban hablando de su sueño, sino del de ella. Y por mucho que quisiera convencerse de lo contrario, sabía perfectamente que Lexi estaba huyendo de su vida. No de vacaciones. Y si de verdad era su amigo, y no solo el pobre infeliz que la había estado mirando embelesado todos estos años, se apartaría de la ecuación, ¿no?—No he olvidado lo que dijiste cuando llegaste —dijo, y tuvo que mirar al puente porque, si la miraba, no sabía qué haría. O quizá sí lo sabía. Y ese era el problema. —Me da la impresión de que crees que te estás perdiendo algo. En resumen, eso es todo. Pero si este matrimonio es realmente lo que quieres, como dices, entonces tendrás que acept
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