EL PUNTO DE VISTA DE OLIVIAEl aire en La Vigna estaba impregnado de un aroma a vino caro, alcohol y colonia. No era un lugar al que perteneciera, ni con mi vestido desgastado ni con mis tacones desgastados que delatan mi estatus.El bar estaba tenuemente iluminado, lleno de risas y tintineo de copas. Sin embargo, el peso en el pecho me dificultaba la respiración.El alquiler estaba atrasado. Mi casero lo había dejado claro: no más prórrogas. Mis deudas de tarjetas de crédito se acumulaban y las facturas de los servicios públicos eran una pesadilla. ¿Estaba viviendo?Había soñado con una vida adulta plena, con convertirme en una diseñadora de moda de éxito. En cambio, allí estaba, sentada en la barra de un bar, ahogándome en la ruina financiera y bebiendo para sobrellevar el dolor de otra carta de rechazo.—Whisky, por favor —murmuré.El camarero no habló. Simplemente me acercó el vaso con una mirada indescifrable, pero yo la conocía. Había visto a mujeres como yo antes, perdidas, des
Leer más