Mientras miraba a través de la ventana, observando el jardín bien cuidado de la mansión Marsh, Gregory se dio cuenta de que la situación no era tan sencilla. Tenía que prepararse para lo que vendría, y aunque la idea de tener a Katherine a su lado lo llenaba de alegría, también sabía que el mundo que la rodeaba era peligroso y lleno de manipulaciones.Pronto, tendría que enfrentarse a Anthony nuevamente, pero esta vez, estaría listo para exigir lo que consideraba correcto. No solo por su nieta, sino también por la familia Marsh, que había sido dañada durante tanto tiempo. El juego estaba en marcha, y sabía que debía moverse con astucia....Jason se quedó en silencio durante unos segundos al otro lado de la línea, procesando las palabras de Anthony. Había pasado tanto tiempo buscando una cura para el veneno, y ahora, de repente, Anthony anunciaba que había conseguido el antídoto. La sorpresa lo golpeó con fuerza, pero también una creciente inquietud. ¿Qué habría tenido que sacrifica

Anthony apretó el vaso de vodka en su mano, sus pensamientos consumidos por el reciente giro de los acontecimientos. La imagen de Katherine, lejos de él y en la mansión Marsh, lo irritaba profundamente. Sabía que había hecho lo necesario para salvarla, pero la idea de que estuviera bajo el cuidado de Gregory lo enfurecía. Le molestaba que, a pesar de sus esfuerzos, Katherine no era completamente suya, y los Marsh ahora tenían una parte importante de ella.Dio un trago largo al vodka, intentando calmarse. La situación era delicada, pero Anthony aún tenía una carta importante: el señor Walker. Aunque no fuera el padre biológico de Katherine, Anthony sabía lo que él significaba para ella. Ese era su as bajo la manga, la única pieza de control que todavía le quedaba.Sonrió de lado, una sonrisa amarga. "Katherine no me dejará por completo, no mientras tenga a su padre", pensó. "Ella siempre regresará, lo quiera o no". Sabía que, a pesar de todo lo que había pasado, Katherine tenía un fuer

Gregory la miró con ternura y asintió.Katherine siguió a Gregory en silencio, recorriendo los pasillos de la mansión hasta llegar a la amplia sala principal. La estancia era majestuosa, con grandes ventanales que dejaban entrar la luz del día y decoraciones de estilo clásico que hablaban de la historia y el legado de la familia Marsh. Sin embargo, lo que más destacaba era el gran cuadro que colgaba sobre la chimenea.Katherine se detuvo en seco al ver la pintura. Era un retrato de dos personas que, aunque desconocidas para ella, le resultaban profundamente familiares. La mujer en el cuadro era casi su reflejo, y el hombre junto a ella tenía una mirada protectora y serena. Era imposible no notar el parecido.—Son tus padres, Meredith y Collin Ross, —dijo Gregory, su voz suave pero cargada de emoción mientras observaba la reacción de Katherine—. Fueron las personas más importantes de mi vida. Tu madre era mi orgullo, mi luz. Y tu padre... aunque al principio no lo acepté del todo, term

Katherine se encontraba en su cuarto, descansando en la suave cama que Gregory había dispuesto para ella. A pesar de que el veneno había sido eliminado de su cuerpo, sentía que su agotamiento no solo era físico, sino también mental y emocional. Las revelaciones de ese día la habían dejado completamente agotada.Se recostó sobre las almohadas, mirando el techo, pero su mente estaba inundada de pensamientos. La verdad sobre su linaje, el hecho de ser una Marsh, el compromiso que su abuelo había hecho con Héctor incluso antes de su nacimiento, todo se sentía abrumador. El recuerdo de la cara seria de Gregory cuando le habló del matrimonio con Héctor aún resonaba en su mente.Katherine respiró hondo, tratando de tranquilizarse, pero el cansancio seguía presente. Su cuerpo aún no había recuperado la fuerza que solía tener, y su mente no podía procesar todo con claridad. Aún quedaba tanto por hacer: su padre, Walker, seguía bajo el control de Anthony, y por más que odiara a Anthony por lo q

—Lo lograrás, Katherine. —le aseguró Oscar, mientras Malcolm la miraba en silencio, compartiendo la misma promesa en sus ojos.La mirada de Katherine se tornó fría, oscura, cargada de una intensidad que ninguno de los presentes había visto en ella antes. Sus ojos brillaban con una furia contenida, mientras sus labios se fruncían en una sonrisa amarga.—No dejaré que Anthony se vaya sin pagar por todo lo que me hizo —dijo, su voz firme y baja, casi como un susurro venenoso—. No solo quiero el divorcio... quiero verlo caer. Quiero que sienta el peso de todas sus acciones, que su poder se desmorone frente a sus ojos.Oscar y Malcolm intercambiaron miradas, sabiendo que este era un punto de no retorno para Katherine. El deseo de venganza estaba profundamente arraigado en ella, y no iba a detenerse hasta que Anthony Ross pagara por todo el sufrimiento que le había causado.Malcolm fue el primero en hablar, con su tono neutral pero firme:—Si esa es tu decisión, estaremos contigo hasta el f