[Actualidad](ARI)—No… no lo conozco y jamás lo he visto en mi vida —repito lo mismo que dije antes, cerca del elevador.Me alejo una vez más de él y soy premiada con una mirada dura por parte del sujeto que está a su lado, el que salió del elevador junto a él, hace rato.—Necesita más tiempo — Daniel me toma de la mano y me deja detrás de él, intentando calmar la situación. Sin embargo, esto solo hace que las miradas de todos sobre mí se sientan más incómodas.Nadie dice nada, pero las miradas lo dicen todo.—¿No es algo que ella debe decir? —esta vez quien rompe el silencio es Luz, que hasta ese momento se había mantenido al margen.Pero tiene razón, de pronto parezco una cría miedosa. La verdad así me siento.—Deja el papel de hija defensora, ¿Quieres? Hay una razón por la que ella no quiere hablar: no lo conoce.—Pero no porque papá lo decidiera así. Sandra hizo cosas malas y yo mejor que nadie lo sé.—Luz —la detiene el tío de Daniel, deslizando sus manos por las bolsas de su ba

[ARI]Tenía frente a mí una costosa imitación de un cuadro de Miguel Ángel, varios diplomas de varias personas, un árbol genealógico y un bonito póster, con la foto de una hermosa mujer, la cual reconocía a primera vista.Mamá.—¿Y? —Preguntó el señor White, mirando la misma pared, sobre ella, el mismo póster que yo observaba —. ¿Qué te parece?.—Es hermosa —expresé, reprimiendo un suspiro —, Parece una super modelo.—Lo es —Sonrió, pero esa sonrisa desapareció casi de momento. El doctor White parecía triste, como si recordara un pasado al que no le gustaría volver. De pronto, cayó sentado en su silla giratoria y deslizó sus manos por su rostro, lleno de frustración y bastante dureza —. Nunca entendí por qué Sandra se alejó tanto de mí. Quizá fui yo el que se alejó de ella. Quería escapar de mi casa, ¿Sabes? Mis padres eran demasiado represivos y superficiales. De cierto modo siento que ella cambió cuando la dejé sola con ellos…Tomé asiento sin dejar de ver el póster de aquella mujer

[DANIEL](CONTINUACIÓN)Le quité el pantalón con una velocidad digna de un récord. Tiré de su braga sin ninguna lastima y bajé mi pantalón sin dejar de besarla. Los platos que estaban sobre la mesa cayeron al piso. No había tiempo, no había espacio y tampoco era necesario. Su cuerpo ardía contra el mío y yo necesitaba apagar ese fuego que nos consumía poco a poco. Ella estaba acostada sobre la fina madera, sus hermosas facciones se contraen en una exquisita mueca, a la vez que su piel y la mía chocaban y se volvían una, rebotando sobre el mueble. Me hundía en ella lento, un poco más fuerte y cada vez más profundo. Rebotaba contra sus muslos y en ocasiones la acercaba para poder unir mi pecho al suyo, con su corazón cantando en coro junto al mío, y así llegar más profundo, hasta acabar en un gemido de liberación, con su boca abierta en una hermosa y bien formada "O" y mi garganta seca por mi respiración entrecortada.—Lo siento —le dije, abrazándola a mi pecho cuando se echó a llorar —

[ARI]—Los grupos ya han sido creados, el proyecto final ya fue explicado y las pruebas que le siguen a la convención serán difíciles. Esta, chicos, promete ser una semana ajetreada para ustedes. Se acercan los parciales finales de este semestre y si han estudiado, les recomiendo que lo hagan. Sé que muchos aquí trabajan durante las noches y créanme, sé lo que es tener un trabajo de medio tiempo, lidiar con las confusiones constantes de la vida, tratar de ser una persona multitarea y sentir que no les alcanza la vida. Sin embargo, les aseguro que si saben administrar su tiempo, lo lograrán. Así que les aconsejo que se hagan de un horario y sean muy disciplinados al llevarlo a cabo. Se viene el tercer año, jóvenes, y les prometo que no será fácil. Ahí empieza lo más complicado. No sólo teoría, sino también práctica. Así qué den lo mejor de ustedes a partir de hoy.Traje a la medida de color azul marino, el cual no solo entallaba sus perfectos brazos y se ajustaba bastante bien a sus pi

[ARI]Soy fiel creyente de una cosa: hay veces que las amigas llegan a llenar el vacío que algunas persona saben en una familia no pueden cubrir. Ahí estaba mi caso, una chica con pésima suerte fraternal, pero con una amiga que era multitarea en el campo. A veces me aconsejaba como una madre, me cuidaba como un padre y me cubría cada locura como una hermana. Era mi familia en una y ahí estaba ella, investigando todo lo que pudiera investigar sobre la familia White. Levanté la vista del libro de medicina alternativa, que estaba leyendo, y le di una mirada rápida a la chica.—Te ves bastante entretenida.—Lo estoy. Estas personas tienen toda una historia.—Lo sé. Mi mamá es una villana en ella.Difer carraspeó.—¿Y qué harás? ¿Ya no te interesa buscarla?.Enfoco la atención en las letras negritas del libro, pero mi cerebro ya no las analiza.—No lo sé. A veces siento que es mejor vivir en la ignorancia en la que siempre he vivido. Siento que si sigo más allá, no me va a gustar lo que vo