Capítulo 42 – Revisión rutinaria en el hospital El hombre de traje cruzó las puertas de vidrio del hospital con paso firme, dejando atrás el murmullo del exterior. Aunque siempre ha detestado esos lugares —por el ruido constante, el olor penetrante a medicamentos y, sobre todo, por el sufrimiento que impregna cada pasillo—, hoy no le quedó más remedio que presentarse.Logan Langford tenía una cita con su médico de cabecera. El mismo que, por años, había acudido personalmente a su mansión para hacerle los chequeos de rutina. Sin embargo, esa mañana las cosas fueron distintas, el doctor le había llamado temprano para avisarle que no podría salir del hospital, que las urgencias se habían acumulado y, si quería mantener la cita, debía acudir directamente a su consultorio.Así que ahí estaba, caminando entre aquella gente, enfermos y gente cansada, con la incomodidad reflejada en cada paso. Era un entorno que lo descolocaba, demasiado humano, demasiado frágil para alguien como él.Pero a
Leer más