C104- VAMPIROS.La puerta del salón se abrió y junto a Anya, Rowan entró apoyándose en su brazo, todavía débil, pero con la mirada encendida. En cuanto Ailyn lo vio, dejó lo que tenía en las manos y corrió hacia él sin pensarlo; lo abrazó con la fuerza y la felicidad de una madre que recupera a su hijo. Sus manos le temblaban sobre la espalda de Rowan, y las lágrimas le brillaron en los ojos antes de que pudiera contenerlas.—¡Hijo mío! —dijo, con la voz entrecortada—. Gracias a la luna, estás bien.Cassian se acercó, no necesitó palabras, simplemente lo rodeó con sus brazos y por primera vez en días su rostro mostró algo parecido a la paz.—Me alegra verte despierto, hijo.Las hermanas se adelantaron sin dudar. Isabella lo abrazó, lo besó en la mejilla y Sofía, más impulsiva, le plantó dos besos, uno en cada mejilla y, cuando se apartó, lo miró con ojos húmedos.—Nunca pensé que diría esto, pero... te extrañé.Rowan sonrió, cariñoso y algo divertido por la exageración, mientras que A
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