Alex Nos MataráHelena empujó la puerta de la oficina de Maggie con una mano mientras equilibraba una bandeja de cartón con dos cafés en la otra.- Buen día, querida. - canturreó con una sonrisa mientras dejaba uno de los vasos en el escritorio de Maggie - Tu café favorito, directo de The Roastery.Maggie la miró con gratitud, tomando el vaso como si fuera el mejor regalo del mundo.- ¿Me amas o qué?- No tanto como para soportar tu mal humor sin cafeína.La respuesta hizo que Maggie soltara una carcajada, pero la atención de Helena ya se había desviado hacia el otro ocupante de la habitación. Lorenzo Caruso estaba de pie junto a la ventana, con su eterno ceño fruncido y el aire de un hombre que preferiría estar en cualquier otro lugar.Pero Helena no era fácil de distraer. Algo en la escena le hizo e

La AnsiedadLa habitación estaba sumida en la penumbra, solo iluminada por la luz suave de la lámpara de la mesilla de noche, que proyectaba sombras cálidas en las paredes. La noche había sido tranquila, después de todo el caos de la subasta en Florencia. El choque con Galliani seguía resonando en la mente de Alexander, pero había algo más que lo inquietaba, algo más profundo que no terminaba de entender: Helena.Cuando salió del baño, envuelto solo en una toalla, Alexander se detuvo un instante frente al espejo. El agua de la ducha había calmado un poco sus pensamientos, pero no su alma. En el reflejo, se vio él mismo, más cansado de lo que había pensado. Los días recientes no solo lo habían puesto al límite, sino que también había comenzado a ver grietas en su propia vida que antes no notaba. Las tensiones con He

En El JuegoLa subasta en Estambul estaba por comenzar y el aire en el lugar estaba cargado de tensión y secretos bien guardados. Helena y James caminaban por el pasillo del edificio, rodeados por el bullicio de personas que se preparaban para el evento. Helena, con una peluca rubia perfectamente colocada, parecía una mujer completamente distinta, transformada para pasar desapercibida. El brillo en sus ojos, sin embargo, no era el de alguien que buscaba simplemente estar allí. Ella no era una simple invitada.James, a su lado, lucía impecable como siempre, aunque su mente estaba completamente enfocada en la misión. Su entrenamiento del MI6 lo había preparado para todo, pero este trabajo le resultaba diferente. Al principio, había sido reacio a involucrarse demasiado en los asuntos de Helena, pero cuando ella le presentó el plan, no pudo evitar admirar su astucia y determinación para protege

El Trabajo SucioEn cuanto Irina se alejó lo suficiente, Lewis se sentó rápidamente, su rostro cambiando a una expresión de concentración. Había llegado el momento de moverse. Con un gesto rápido, comenzó a examinar la habitación, buscando algo que la vinculara con Icarus o cualquier otra pista que pudieran utilizar.El ambiente en la habitación estaba cargado de tensión y caos, con Lewis actuando como un hombre completamente desorientado, ebrio, mientras observaba todo a su alrededor en busca de cualquier pista. La habitación, elegantemente decorada con tonos suaves y tonos cálidos, parecía tranquila, pero la situación dentro de ella estaba lejos de serlo.Helena y Maggie esperaban afuera con James, listos para lo que sucediera después, pero sabían que ahora todo dependía de la información que Lewis pudiera conseg

Eres Mi RefugioHelena entró en la habitación con suavidad, apenas haciendo ruido al cruzar el umbral. La luz tenue de la tarde se colaba por las cortinas, dando una atmósfera cálida a la habitación. Alexander estaba recostado en la cama, su rostro marcado por el cansancio. Aunque estaba dormido, su expresión denotaba la fatiga de un hombre que había estado luchando contra algo mucho más allá de lo físico. Luisa le había comentado sobre las náuseas que lo agotaban y Helena no pudo evitar sentir un leve tirón de preocupación en su pecho.Con una sonrisa suave, se acercó a la cama, apoyando su mano en su estómago como si hablara con el bebé dentro de ella.- Vamos, cariño. - murmuró, con la voz suave y cargada de ternura - Dale a tu papá un respiro. Está agotado.Miró a Alexander por un mo