Los PreparativosLa villa, ubicada en las afueras de Londres, era una propiedad discreta, pero de una elegancia incuestionable. La estructura de piedra, con sus ventanales amplios y jardines inmaculados, ofrecía el escenario perfecto para una ceremonia privada lejos de las miradas indiscretas. No obstante, aunque la boda estaba calculada para confundir a sus enemigos, la prensa no había dejado de especular sobre la relación entre Helena y Alexander. Vogue, el único medio con acceso exclusivo, ya tenía a su fotógrafo instalado para capturar imágenes de lo que prometía ser un evento tan intrigante como sofisticado.Cuando el auto de la pareja cruzó la reja principal y se adentró en la propiedad, el ambiente en la villa cambió. Lorenzo Caruso, relajado con una copa de whisky en la mano, fue el primero en recibirlos en el vestíbulo.- Por fin llegan los novios. - Sonrió con esa facilidad que siempre contrastaba con la tensión de Alexander - Ya estaba pensando en robarme a la novia, pero s
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