Emilia MorganEstoy en el segundo mes y, aunque parezca extraño decirlo, cada día siento que esta pequeña vida dentro de mí me hace más fuerte y más vulnerable a la vez.Las náuseas aún me golpean sin aviso. A veces, el simple olor del café me revuelve el estómago, y eso me frustra más de lo que esperaba. Pero aprendo a escuchar mi cuerpo, a darle lo que necesita y a respetar sus límites, aunque eso signifique rendirme a la calma más de una vez.Mi abdomen aún no muestra señales, pero yo sé que algo está ahí, latiendo, creciendo. Es un recordatorio constante de que esta vez no solo lucho por mí, ni por Nick, ni por Liam, sino por alguien que aún no conozco, pero que ya amo con todo mi ser.A veces me pregunto qué tipo de madre seré. Si podré protegerlo como a los míos, si podré darle la paz que nunca tuve. No puedo evitar sentir miedo, ese miedo que se cuela en la noche y me hace apretar el puño contra el pecho.Pero también siento esperanza.Espero que este pequeño sea mi luz en medi
Ler mais