Gael.Estoy negociando con Vicente para que me venda su empresa en Canadá si logro ayudarme de ella podría expandir mis negocios con más facilidad al norte del país además es más fácil comprar una empresa de tecnología ya construida que acerca uno mismo pero es un hueso difícil de romper a pesar de su edad pero mi teléfono no deja de sonar, voy a despedir a la persona que está interrumpiendo mi reunión, la puerta de la oficina es abierta sin mi permiso y miro a Rafael con deseo de arrojar le mi taza de café por su estupidez.-¿ Que quieres ?-Señor tenemos un problema.-Rafael estoy ocupado lo que sea puede esperar para más tarde.-Gabriel desapareció.Al escuchar esas palabras mi mente se queda en blanco y me levanto de la silla con prisa para ver a Vicente.-Espero que me disculpe pero comprenderá que me tengo que retirar.-Adelante nos reuniremos después.Saldo de la oficina como alma que lleva el diablo seguido por Rafael, nos subimos al ascensor y pido que los ocupantes se bajen

Angela. Superó la impresión que me da esta casa y me pongo a trabajar, voy a ver a Gabriel que esta jugando en su habitación pero al entrar me doy cuenta que esto no es una habitación parece otra casa hay una cama grande, un castillo en la esquina de la habitación junto con una montaña de juguetes, dios esto parece una jugueteria imaginar que nosotros jugábamos con muñecas viejas y carritos hechos de madera, al ver los juguetes me dan ganas de ponerme a jugar con algunos que se miran tan fascinantes a mis ojos pero me enfoco en Gabriel que esta sentado en la alfombra jugando con un helicoptero. -¿ Que ases pequeño ? -Estoy jugando con el helicoptero que mando mi padre, el siempre me manda juguetes cuando algo malo pasa, ¿ Quieres jugar con él ? Gabriel me acerca el control del helicoptero y me siento tentada para usarlo y sentirme como toda una piloto pero debo de ser más madura, me siento a su lado y le doy una sonrisa grande. -A mi me gusta ver. -Esta bien. Gabriel enciende

Gael. Una alarma en mi celular me indica que alguien llego a mi casa y al ver las cámaras de seguridad me doy cuenta que es Silvia pensé que llegara dentro de dos días, miro que es lo que ase dentro de la casa y como me lo tenia me llama. #Hola guapo. #Bien Silvia ¿ Que se te ofrece ? #Tenemos un problema. #¿ Cual ?#Tus empleados me están faltando el respeto y quiero que los despidas. #No lo voy hacer Silvia. #¡ Que ! ¿ Por que no ? #Trabajan muy bien y estoy muy ocupado para buscar nuevos empleados y no voy a cumplir tus caprichos.Silvia me cuelga sin decirme nada más, estoy tan seguro que no tardará en venir a quejarse, guardo mi celular y sigo con mi trabajo antes de que llegue mi bella tormenta, este mes necesito conseguir otra reunión con Vicente pero el muy maldito es listo y evita mis llamadas no sé por que se niega a venderme su empresa si ta tiene años en números rojos no sé como sigue a flote, el toque en la puerta de mi oficina me llama la atención, es demasiado

Gael. Miro el reloj en mi muñeca y ya casi van a ser las doce, otra ves me quede asta tarde en el trabajo apagó el monitor y recojo algunos papeles para llevarme los a la casa, salgo de mi oficina poniéndole seguro por seguridad y al llegar al estacionamiento me doy cuenta que soy otra ves el último en irse, al manejar por las calles vacías recuerdo el último día que miré a Rosa maneje lo más rápido que pude pero al final llegue tarde ella ya se había ido y lo único que dejo fue a nuestro pequeño Gabriel que nunca la pudo conocer Rosa era tan dulce como la flor que lleva su nombre ella siempre estuvo conmigo cuando inicie mi empresa dando me su apoyo en cada paso que daba me prometió que estaría conmigo cuando fuera la mejor empresa del país, el sonido de un claxon me saca de mis pensamientos y me doy cuenta que el semaforo ya a cambiado de color, pongo en marcha el auto y al llegar a la casa me encuentro a Rafael en el garaje esperándome, bajo con prisa esperando que paso algo malo.

Angela. Después de comprar la ropa Gabriel convence a Rafael de ir jugar a un parque donde se que siempre hay niños, mientras vamos en el auto voy asiendo cuentas en la mente de cuanto dinero me queda y a pesar de que la cuenta casi fueron docientos dólares me quedo mucho dinero o más bien demasiado para mi ya que lo máximo que llego a mis manos antes fue diez dolares pero no debo de volverme loca con tanto dinero debo de ahorrar y donar al orfanato un poco, al llegar al parque Gabriel mira asía todos lados con mucha alegría me toma de la mano y me jala asía los juegos donde hay mas niños pero se detiene y me mira con un poco de miedo. -¿ Y si no quieren jugar conmigo ? -¿ Por que no lo harían ? Eren un niño muy lindo, amable y no hay razón para que no jueguen contigo y si eso paso yo lo haré. -Hola que lindo conejo ¿ Quieres ir a la resbaladilla ? Una niña castañas de coletas largas se nos acerca y llama la atención de Gabriel que por unos momentos duda pero al final suelta mi m