JUDENunca he sido un hombre que sufra de ansiedad, pero a medida en que camino hacia la sala de la casa familiar, mis pulsaciones se ponen al límite. Mi conversación con Megan no salió como esperaba, incluso después de decirle que no me casaría con su hermana en caso de divorciarnos, para ella no fue suficiente y no la entiendo.Cuando nos casamos sí se le impusieron reglas, pero las mismas reglas que mi madre y mi tía también aceptaron y nunca se pintaron a sí mismas como víctimas de nuestra familia. Al contrario, mi tía tiene toda la libertad del mundo para rehacer su vida, salir sin compañía, tener un puesto importante en la empresa y hasta de irse de vacaciones cuando quiera. Es libre. Y mamá... ella escogió quedarse como ama de casa porque desde el primer momento disfrutó del dinero familiar como si no tuviera fin.A Megan solo se le impusieron reglas que no eran difíciles de seguir. Solo debía enfocarse en la familia, en darme un hijo, en ser una ama de casa como mamá. Se le di

JUDEVer a Megan visiblemente molesta por la conversación que tuvo con su hermana fue motivo suficiente como para esconderme y no querer cruzar palabra con ella. Si bien tenemos demasiadas cosas de las qué hablar, por el momento prefiero mantenerme alejado de ella para evitar que haga alguna idiotez que la ponga en el mapa de mi tía de nuevo.La última vez que conversamos se enfadó tanto que sugirió la revisión de las cuentas y mi abuelo, un hombre que jamás se ha dejado convencer por nadie que no fuera él mismo, cayó en sus encantos y ahora papá está en su habitación desde donde se pueden oír los gritos que resuenan en los pasillos de la mansión.Solo aquí es donde puedo compartir lo mismo con mi tía. Megan lleva un dia en esta casa y ya ha puesto todo de cabezas. La verdad es que no quiero pensar en cómo estará a fin de mes mi familia si ella continúa con esta absurda idea de vengarse de nosotros por una decisión que tomó por su cuenta.Decidido a pensar en otra cosa, salgo al jard

MEGANTodo este tiempo quise creer que mis padres hicieron todo esto porque me querían. Deseaban un mejor futuro para sus hijas y en nuestra cultura, el que una mujer acabe casada con un hombre joven y adinerado significa la gloria. Se supone que yo estaba viviendo el sueño de toda chica de mi edad. De verdad. Crecí con la idea de que ese era mi plan de vida. Confié en ellos. COnfié en papá incluso cuando no se quebró ante mí, arrodillada, llorando y suplicando porque no me enviara con los hamilton, le creí cuando dijo que todo eso era mi por mi propio bien. Tiempo después supe de las propiedades que transfirieron a su nombre. Del dinero, de las joyas, todo lo material por lo que me cambió. Y me lastimó demasiado, pero no podía reclamar nada porque en una cosa tuvo razón y es que en Jude encontraría amor. Ese chico hizo todo por mí. Nos enamoramos, por supuesto, así que fue un ganar-ganar para todos. Pero entonces el sueño terminó y a quien echaron a la calle fue a mí, todo graci