-Thomas-Siempre soñé con tener una familia unida y feliz, pero en mis años de soledad el mayor amor que recibí era el que me daban terceros extraños a mi familia o eso creía yo...En casa estaba mi nanita...En la escuela la maestra Clara...Enrico en su restaurante...Y así podría sumar y seguir con varios otros que me ofrecieron su cariño incondicional, pero yo quería más. Quería el amor de mi padre y de mi hermano...Creí que mi sueño se había hecho realidad cuando llegaron a mi vida Blue y sus hijas, ella era lo que yo anhelaba como una figura materna y las chicas, bueno ellas venían incluidas en el pack, algo así como esas muñecas que vienen con sus accesorios.Pero aún sentía que algo me faltaba... Entre mi adolescencia y el comienzo de mi edad adulta, Alma llenaba todas mis expectativas, era una chica inteligente, hermosa y vivaz, de la cuál pensé que estaba absolutamente enamorado, pero cuando fuimos pareja con ella, en esa relación corta y casi sacada de un drama de televis

-Thomas- Seguimos todo el desayuno retándonos con la mirada y debo decir que mi pequeño diablillo se había ganado con creces el sobrenombre que le había puesto su madre, era un verdadero palo en el culo y cada vez que podía me hacía ver su dominio sobre su queridísima madre, alias mi adorada esposita. El juez Robinson se tuvo que retirar y quedamos en invitarlo uno de estos fines de semana para la celebración de nuestro extraño matrimonio. López estaba hablando por teléfono o mejor dicho discutiendo con alguien y mis papás estaban como dos adolescentes demostrándose su amor. -Oye tú secuestla mamis... -¿Podrías decirme de otra forma pequeño bribón? -Es lo que hay nomás, te guste o no te guste. -¡Vaya, ahora sí que hablas de corrido! -Hijo de la glan.... -¡Tomás! -¡Hostias madle, es que este homble es un veldadelo incoldio, ¿cómo no va a entedel este tío que no puedo plonuncial la ede, ash ele noooooooo la erreeeeee, eso - estaba rojo y colérico, había empuñado sus manitos y ya

-Thomas - -¡Dios, estoy muerto! -Espere llegar a su casa jefe, ese pequeño no lo dejará en paz. -¿Y tú cómo sabes, López? -Ay bueno jefe, ¿usted cree que siempre he sido asistente?-me dice un tanto nerviosa, de todas las cosas que puedo decir de ella esta definitivamente no estaba en mi lista, algo oculta-. No me mire así, antes de trabajar para la señora Blue fui baby sister. -Mira tú eh. ¿Entonces podrías cuidar de mi hijo? -Absolutamente nope. -¡López! -Jefecito lindo, precioso, encanto de la madrugada, tengo vida después del trabajo y usted entenderá que con las pocas horas que me deja no me alcanza. -¿Un novio? Te las traes López - la pico un poco y ella se sonroja. -¡Jefe! -Jajaja, ya vámonos que quiero ver a mi familia. -Y dar explicaciones. -¡Ash! No me lo recuerdes. Salimos desde el restaurante de Enrico y nos dirigimos a los Hamptons, ya pasaban de las seis de la tarde, eso me daba cerca de una hora para prepararme mentalmente del escándalo que debe haber en mi

-Dana- Mi hijo y su padre dormían plácidamente en la cama, mientras yo pasaba por otro de mis episodios de insomnio. Con sumo cuidado me solté del agarre de Thomas para no despertar a ninguno de los dos y bajé por algo para espantar las pocas ganas de dormir que tenía. Llegué a la cocina y estaba mi suegra preparando algo. -¿Leche tibia con miel?-me ofreció y yo asentí-¿tampoco puedes dormir? -No, es que todo es tan confuso, señora Blue. -Puedes decirme solamente Blue, como te lo pedí hace tiempo atrás, si algún día me quieres llamar suegra tampoco me voy a enojar.- sonrió tranquila y me acercó una taza de leche tibia hacia mi mano con cuidado. -Gracias. -A ti niña, no sabes lo feliz que me hace ver a mi hijo, después de mucho tiempo, tan contento. -¿Le puedo hacer una pregunta?-Por supuesto- me mira como esperando a lo que le quiero preguntar y se lo suelto sin ningún flitro.-¿Por qué no nos buscó antes?-Porque no era el momento - se encoge de hombros y bebe un sorbo de su

-Thomas --Ujum... El carraspeo de mi papá nos sacó de nuestra burbuja y mierda, me habría gustado estar en mí, perdón nuestro penthouse ahora, pero mi familia había secuestrado a mi mujer y a mi hijo y quién era yo para impedirlo, también estaba feliz por eso. Nos levantamos como resorte del sofá y mientras mi gatita huraña se arreglaba el pelo, yo me arreglaba el pantalón o más bien la carpa de circo que tenía. -Perdón la interrupción, pero ya está lista la cena y agradezcan que vine yo y no mi nieto que se acaba de ir a lavar las manos con su bisabuelo. -Gracias papá, vamos de inmediato. -Los esperamos. - y así sin más sale del despacho riéndose de mi desgracia. -¡Qué vergüenza! -Tranquila amor, si tu supieras todas las cosas que mis padres han hecho en este sofá no dirías lo mismo, capaz y Elliot sea producto de alguna de ellas. -¡Noooo! - Dana se cubrió la cara y si ya estaba roja ahora se parecía a la bandera de China. -¡Sí! Así que vamos mejor antes que cumplamos la pro