— ¿Qué ha pasado? —pregunta Denise al aire mirando a Richard a través del Cristal y al fondo se oyen el sonido de alarmas de coches sonar desde la calle.Este último se acerca a toda prisa al escritorio y toma el teléfono, apretando un botón este lo conecta con la extensión del departamento de seguridad. La cara de Richard se vuelve trémula y con solo una mirada Denise siente el peligro, atraviesa la puerta para acercarse a él. Andersen cuelga el teléfono. —Es el coche de tu padre. —contesta las preguntas mentales de la chica que sale despedida hacia el ascensor. Los segundos se hacen eternos mientras la caja de acero baja, hasta que al fin las puertas metálicas se abren. Corre despedida por el lobby mientras que empieza a oir las sirenas que se acercan al edifico. Aparta el tumulto cerca de las puertas con las manos. —Un explosión —dicen las voces—Ha explotado un auto —oye en otro comentarioVe el auto en llamas en la carretera. Mira a todas partes

Algo provoca cosquillas en su nariz, Andersen la sacude varias veces antes de renunciar a seguir durmiendo. Gira sobre su espalda rodando al centro de la cama pero la alarma interrumpe su intento de descanso. Abre los ojos.—Así que no fue una pesadilla —dice expulsando con fuerza el aire por su nariz para apartar el molesto pelo de Denise. La chica babea sobre la almohada en su profundo sueño. Sus débiles ronquidos la hacen parecer gato ronroneando.Flashback— ¡Es mi casa! —grita él mientras está parado en uno de los bordes de la cama y ella sostiene ambas almohadas desde el otro lado.—La cama es mía y las almohadas también —replica ella escapando de que la atrapen —Merezco un buen descanso.— ¡Es mi casa! —“maldita loca”— ¡Irás a dormir al salón!Ambos corretean por la habitación como niños de dos años.— ¡Tú ve a dormir al salón! —brinca caminando sobre la cama para que no logre agarrarla.Richard logra atraparle un tobillo haciendo que l

Denise lucha con su propia ansiedad para no terminar hiperventilando en el interior de auto. Richard la mira por el rabillo del ojo dispuesto a sacarla si se le ocurría vomitar, nadie dañaría su tapicería. — ¿Segura que es buena idea salir a pesar de la nota? —pregunta él —No dejaré que una estúpida amenaza me impida salir esta noche. Además tengo que lucir este vestido —una hermosa pieza de escote de corazón y cola de sirena color azul marino con detalles en plateado —Esta noche es importante, y estarán personas influyentes, Carolina le dio mucha importancia, así que debe tenerla Andersen detiene el coche y lo rodea para ayudar a bajar a Denise. Le da las llaves al joven botones para que lo estacione y suben juntos por las escaleras hacia el interior del evento. Las manos de Denise sudan mientras repite para su interior su mantra. Una joven mujer los recibe y anota sus nombres en el libro de entrada. Denise mira hacia todos lados buscando una señal

— ¿En serio eres tú? —pregunta mientras pasa una mano por su piel para confirmar que es real. La rubia asiente con una sonrisa en medio de la consternación de ver a su amiga en ese estado y ella se lanza a sus brazos. Ambas se abrazan mientras Denisse deja escapar todo lo que siente y la otra solo da palmadas en su espalda. —Vamos chica, reponte —pide Carolina despegándola de su cuerpo para mirarla — ¿A sido Max verdad? Lo he visto irse hecho una furia. La chica asiente como confirmación y pasa su antebrazo por su nariz. —Vales mucho más que ese inútil. —Lo sé. —Denisse toma una servilleta del dispensador y vuelve a limpiarse el rostro —Pero es imposible detener lo que siento. —vuelve al espejo —Pero estaré bien, —toma una bocanada profunda de aire y sonríe —es mejor dejarlo fuera que adentro. —Así se habla, ahora vamos a arreglar ese maquillaje —voltea la cartera sobre las losas del lavamanos para dejar salir todo tipos de cosméticos— y

El portón de altas rejas negras se abre, y da paso a la exorbitante mansión. El auto avanza hacia la entrada y Denisse sale disparada de este ante la primera oportunidad. Corre a toda prisa por las escaleras, su respiración es agitada y la desesperación se apodera de su cuerpo. Su padre se encuentra en el salón principal acompañado por lo que parece un investigador de la policía. Sus gestos no son tranquilizantes, no alcanza a ver su rostro pero por la posición de su cuerpo denota no estar dando buenas noticias. Al su padre verla, hace una seña al hombre para que se retire y este se marcha por la puerta que sale al garaje.— ¿Qué ha pasado? ¿Dónde está Félix? —reclama con su corazón a punto de explotar.—Calma querida —su padre la toma por los hombros y la guía a sentarse en una de las sillas —Tú hermano debía regresar anoche para hoy tratar unos asuntos de la empresa, pero nadie lo ha visto después de dejar el avión. Su móvil está ilocalizable. La policía dice, que hay q