Mis piernas suben hasta su cintura, pero no es suficiente para él. Se los pone sobre los hombros, dejándome sin otra opción que arquearme hacia él cuando me penetra. Mis manos agarran la cabecera, los senos se mueven con cada embestida feroz, el coño se aprieta alrededor de él, sin querer que se vaya. Él gime, se inclina más cerca, tentándome con un beso, pero sin dármelo.En cambio, sus labios van a mi cuello, succionando la piel con su boca mientras su mano se interpone entre nosotros, frotando mi clítoris. Jadeo, soltando las manos de las barras para agarrar su trasero, empujándolo con más fuerza hacia mí. Se estrella contra mí y se queda allí, su cuerpo empuja más su dedo dentro de mi clítoris, llevándome justo donde necesito estar para tener espasmos alrededor de su gruesa polla, jadeos entrecortados y gemidos saliendo de mi boca mientras me arqueo, me giro y me retuerzo.Él quita mis piernas de sus hombros y nos gira para que estemos de costado, dándome empujones lentos y profun
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