Sé que es una broma, sólo otro intento de hacerme ver que estoy siendo testaruda, pero sus palabras me golpearon justo en el pecho. ¿Se está rindiendo? ¿Eso es todo esto? Que me follara en mi casa no se estaba rindiendo. Estaba tratando de hacerme rendirme a él. Era él justificando sus mentiras, intentando hacerme ver que lo que había hecho estaba bien. Pero él, al llegar a la sala de espera, a cenar y a desayunar, ¿está admitiendo que se equivocó? ¿Es esta su disculpa?
—Tengo que ir a clase—, dice Laury mientras se levanta. —Volveré más tarde. Espero saber que Sarah ha dejado que ese corazón helado se descongele—.
Le doy una mirada inexpresiva. —¿Estás llamando a alguien insensible?—
—Sí, pero verás, realmente tengo un corazón frío. Finges serlo para no volver a lastimarte. Pero en el proceso de tratar de no lastimarte, estás a punto de perder la oportunidad de dejar que Law te ame—.
Trago saliva y ella asiente.
—Sí, Sara—. Ella me da una pequeña sonrisa. —Llámame si pasa algo y esto