Capítulo 158.
Logan. La diferencia es que hace años a este momento es que antes era completamente de noche y ahora aún falta una hora y media, más o menos, para que la oscuridad cubra el lugar. Consigo vislumbrar el yate, donde encuentro a un sujeto de traje con una sonrisa media, de espalda recta, frente a una mesa cubierta con una tela blanca, en donde hay una carpeta oscura. —Bienvenido. Supongo que usted es el novio— me sonríe, pero no contesto. Fija los ojos en mi placa, aunque ahora es cuando me doy cuenta de que incluso eso olvidé dejar.De igual manera eso no es importante. Es aún menos relevante cuándo el piso se me adhiere a las botas, anclando mis pies en un mismo sitio al ver la mujer que sale del interior del yate con un ramo de rosas rojas. Inhalo su perfume, el cual se me pega en las paredes de los pulmones, ahogándome con lo que surge de ahí. No es eso lo que me hace colpasar el pecho, sino la silueta femenina, envuelta en cuero sintético del mismo color que las rosas. Un vesti
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