— ¿Te encuentras bien?Una mano saltó frente al rostro del castaño, se trataba de un hombre de cabello ligeramente largo compuesto por varias ondas rubias divididas por la mitad que daba una apariencia desordenada debido al nulo intento de peinarlo, usaba un pantalón negro similar a una pijama y una camiseta de manga larga holgada, aún en el suelo el morocho de nombre Lukas dudaba en aceptarla por la vergúenza de saber que lo habían visto caer a mitad de la calle, sin hablar, hizo un movimiento con la cabeza en señal de agradecimiento mientras las manos se unián y movía el rostro para tapar su rostro con los mechones lacios del frente.— Gracias— No ha sido nada, pero ese golpe debió doler. ¿Te encuentras bien?El rostro de aquel británico, al cuál su acento le delataba, no se veía debido al cubrebocas negro que traía puesto, sin embargo Král podía jurar que estaba sonriendo por el tono burlesco al hablar de su caía.— Lukas, soy Lukas Král.¿Por qué dije mi nombre? Pensó antes de sep
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