— ¿Te encuentras bien?El hombre de cabello ligeramente largo, rizado y rubio con un corte aparentemente desordenado usaba ropa holgada mientras le ofrecia la mano al morocho de nombre Lukas tras haberlo visto caerse a mitad de la calle, éste no habló pero respondió moviendo la cabeza mientras las manos se unián aceptando la ayuda para levantarse.— Gracias— No ha sido nada, pero ese golpe debió doler.El rostro de aquel británico, al cuál su acento le delataba, no se veía debido al cubrebocas que traía puesto, sin embargo Král podía jurar que estaba sonriendo por el tono burlesco al hablar.— Lukas, soy Lukas Král.— ¿Ese apellido no es checo? Tu frances es perfecto, pensé que eras de aquí.El más alto se mantuvo en cunclillas al verlo sentado, parecía no importarle la incomodidad, sus ojos verdes parecían oscureserse mientras repasaban el cuerpo del más palido.— Yo soy de aquí, mis padres son los que no.Una extraña punzada y sensación recorrió el cuerpo del francés al haberlos me
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