AlexeiMi vida siempre ha sido un juego de sombras y luces, de decisiones tomadas en la penumbra que me siguen atormentando. A lo largo de los años, he aprendido a vivir con la culpa, con los secretos que ni yo mismo sé si quiero revelar. Pero lo que más me molesta, lo que realmente me duele, es que ahora, mientras Aria está en mi vida, esos fantasmas del pasado parecen ser más reales que nunca.La promesa que le hice sigue pesando en mi pecho, apretando mi alma. Le dije que la protegería, que no dejaría que nada ni nadie la lastimara. Y ahora, mientras me veo atrapado en la telaraña de mi pasado, me pregunto si la puedo seguir manteniendo. El día hab&ia

AlexeiNunca pensé que mis demonios pudieran seguirme tan cerca. Había logrado enterrar mi pasado bajo toneladas de mentiras y silencio, pero la verdad siempre tiene una forma cruel de salir a la luz. Y hoy, esa verdad me estaba mirando directamente a los ojos.Casi podía sentir la sombra de mi historia acechando desde las esquinas, pero todo cambió cuando él apareció. Un nombre, un rostro del pasado que no había esperado ver nunca más. Y lo peor de todo, él había venido por Aria.Mientras observaba a Aria moverse por la habitación, tan ajena a lo que estaba a punto de suceder, la incertidumbre me llenaba. Todo lo que había construido con ella, cada momento que había compartido, ahora

AlexeiNunca imaginé que mi vida cambiaría de esta manera. Cuando Aria entró en mi vida, pensé que sería solo otra distracción más, algo pasajero. Pero ella no era como las demás, no podía serlo. Había algo en su forma de mirar, en su manera de ser tan genuina, tan intensa, que me hizo darme cuenta de que algo en mí había comenzado a quebrarse. Y ahora, mientras la miro, sintiendo cómo se mueve en mi mundo, sé que nunca volveré a ser el mismo.El sonido de la puerta cerrándose detrás de ella me sacó de mis pensamientos. Aria estaba en el vestíbulo, vistiéndose rápidamente para irse. No sabía si debía detenerla o si la estaba presionando demasiado, pero sabía q

AlexeiHabía algo en el aire esa noche. No era solo el frío que se colaba por las rendijas de las ventanas del penthouse, ni la oscuridad de la ciudad que se reflejaba en el vidrio. Era el peso de un peligro que había regresado, uno que había creído superado. Pero como todo en mi vida, las sombras no se desvanecen tan fácilmente.Aria estaba ahí, a mi lado, sin saber lo que realmente se estaba gestando a su alrededor. Su amor por mí, tan puro y tan profundo, la ponía en peligro. Yo había hecho mi vida en las sombras, en un mundo donde la traición era moneda corriente y los sacrificios, necesarios. Pero lo que me aterraba era que ella no entendiera el alcance de lo que había dejado atrás por ella. No por ella, específicamente, si

AlexeiLa puerta se cierra con estrépito, y un escalofrío recorre mi espina dorsal. El hombre frente a mí parece casi ajeno al pánico que está a punto de desatarse, pero yo sé que las palabras que acaba de pronunciar marcarán el inicio de algo mucho más grande. Algo que podría acabar con todo lo que he estado tratando de proteger.—Tienes que ir ahora, Volkova. —El tono de urgencia en su voz hace que mi estómago se apriete. Pero no tengo tiempo para preocuparme por él. Mis ojos se centran en Aria, que está a mi lado, con esa mirada decidida que siempre me ha desconcertado. Siempre he pensado que su fragilidad era una debilidad, pero me he equivocado. Esta mujer, a mi lado, es mucho más fuerte de lo que imaginé. Y hoy