Capítulo 81 Eleonor no es mala personaCon el trascurrir de los días, todo se fue calmando. Incluso Patricia había dejado de llorar, aunque no había vuelto al hospital. Permaneció unos días en silencio como un alma en pena, tan solo salía de su habitación a comer y luego volvía a la misma. Eleonor pasaba los días entre la empresa, vigilar a su mamá y en el hospital.— ¿Tu mamá no me perdonará?—No lo sé, papá. En verdad, ¡no lo sé! Hoy te dan de alta. Necesitas terapia. Ya contraté a un fisioterapeuta. ¿Quieres ir a casa?—Quiero estar allá. Al menos así la veré todos los días.—Papá, ¿tú amas a mamá?—Yo solo sé que la extraño. Ella… es como es… pero así ha sido siempre y me gustó de ese modo. Aún la extraño… Yo no sé qué me pasó con esa mujer… ni siquiera recuerdo haberla tocado. ¿Cómo puede estar embarazada de un hijo mío?— ¿Quieres hablar con ella, me refiero a tu secretaria?—Aún no me siento fuerte para hacerlo… Eli, ¿tú me odias también?—Ni un poco, papá.—Bien, estamos listo

Capítulo 83 Eleonor solo puede ser mía Eleonor iba hacia la administración para pagar la cuenta de su padre, cuando observando hacia uno de los pasillos de urgencias, detectó a la distancia a alguien parecido a Luca. Se acercó un poco y lo confirmó. Allí estaba era el y se le veía angustiado. — ¿Qué haces aquí? —le preguntó. — ¿Te sientes mal? Él la escuchó, se dio la vuelta y fue hacia ella ansioso de sentirla cerca. — ¡Eleonor! —exclamo él, negando— ¡No soy yo, es mi hija y mi mamá! — ¿Tu mamá? ¿Está contigo?—pregunto ella con incredulidad. Luca le contó lo que había pasado, su voz gélida revelando la furia contenida. Eleonor se quedó sin palabras, su corazón encogiéndose de pena. Justo entonces, una enfermera salió de una habitación, de la mano traía a una pequeña niña. La niña, al verla, salió de su mutismo, sus ojos se iluminaron de una manera que Eleonor nunca había visto, y corrió a abrazarla. — ¡Hada, estás aquí! ¿Viniste a verme? La voz de Jennifer, llena de esperanza