49SOPHIETener que mirar a Chris a la cara se ha vuelto algo delicado para mí. En primera instancia, solíamos hablar sobre las cosas que se podían decir como su color favorito o los mejores momentos de nuestro matrimonio, pero desde que comenzó a preguntar sobre su empleo y cómo terminó aquí, he preferido guardar silencio y también distancia.Aprovechando que se siente mejor y que puede caminar, dejo que pase más tiempo a solas. No me preocupa lo que vaya a hacerse porque no recuerda por qué estaba deprimido como para sumir sus penas en alcohol, lo que me preocupa es que cuanto más tiempo pasamos juntos, más quiere saber y no estoy lista para decirle toda la verdad ahora.Estoy en un dilema y quizás es eso lo que me llevó a quedarme en casa incluso sabiendo que era mi turno de cuidarlo. Simplemente tengo miedo de cruzarme con él y dejar salir toda la verdad porque a decir verdad, no quiero ser yo quien tenga que decirle que estamos separados cuando se notó bastante a gusto conmigo y

CHRISEl sol sale iluminando todo el cuarto y todo el edificio también, lo que indica un nuevo comienzo, un nuevo día, aunque yo no haya conseguido pegar un ojo desde el momento en que Sophie abandonó el cuarto hace horas.He intentado llamar a la casa porque quiero saber si llegó con bien, pero entiendo a la perfección que no quiera responderme. Yo tampoco lo haría.Recobrar la memoria no me hizo ningún bien. Ver a Carrie tampoco y el que ella se encontrara con Sophie mucho menos porque si antes estábamos en la cuerda floja, ahora ni siquiera existe otro intento porque la cuerda se rompió.Ya no hay nada qué hacer entre nosotros. Eso se terminó. Y puedo sentirlo.Por primera vez desde que todo comenzó, desde que la eché de la casa, siempre pensé que tendría otra oportunidad porque podía ver amor todavía en sus ojos, pero anoche... anoche me di cuenta que tal fue el dolor de la traición que cometí que no existe nada que la haga cambiar de parecer ahora pues todo el amor murió.Todo lo

CHRISDurante mucho tiempo creí que tenía oportunidad de enmendar mis errores. Con Sophie las cosas se salieron de control. Por más que he intentado con todas mis fuerzas ser la clase de hombre que merece, este último golpe de realidad me hizo notar que no estoy ni cerca de esa meta.Todo lo que hago es herirla. Una y otra vez, y aunque he hablado de esto con mi madre y está negada a que suceda, siento que tengo que dejarla ir porque de otra forma, esto de intentar retenerla a cualquier costo está volviéndonos locos a ambos.Quiero tenerla en mi vida. La amo, sé que es la mujer para mí, sin embargo yo no soy el hombre que ella merece. Y creo que ha llegado el momento de aceptarlo.Es frustrante, derrotista e incluso un poco vergonzoso admitir que incluso después de todas las cosas que hice para tenerla, la cagué mucho más que antes. Al menos es lo que me digo ahora que debo mirarla de frente para decirle la decisión que he tomado.Llevo toda la noche pensando en cómo podría ayudarla a

CHRISPensar en Sophie es casi desgarrador, sin embargo desde que salí del hospital he estado intentando poner las cosas en orden por ella. Mi vida es un terrible desastre, y sé que posiblemente he perdido toda oportunidad de hacerla feliz, y de ser feliz a su lado, así que ahora no tengo más remedio que intentar que ella sea feliz por su cuenta.Es difícil. No voy a mentir. Cuando pensaba en cómo sería mi vida antes de los cuarenta años creí que tendría un empleo establecido, con una esposa de años y hasta con hijos, pero ahora no podría estar más alejado de aquel sueño.Oficialmente acabo de rentar mi primer apartamento de soltero. No es grande, pero tiene espacio suficiente como para tener una habitación para el bebé los días en los que me toque tenerlo. Según mi abogado, quizás el primer año tenga que conformarme con verlo en casa de Sophie porque será bastante pequeño como para poder traerlo conmigo a casa, pero me conformo con los horarios de visita porque quiero estar presente

CHISDos semanas es lo que llevo intentando que Sophie salga de esa habitación y aunque no he tenido suerte, al menos he logrado que hable un poco más y que coma, que es lo que más me importa.Mi trabajo ha quedado de lado una vez más. Lo que me preocupa es su estado de salud, tanto físico como mental porque soy testigo de lo que estar encerrado con tus propios pensamientos puede hacerte y no quiero que ella tenga que pasar por lo mismo. Mi accidente me despertó hasta el punto en que llegué a aceptar mis errores en vez de ponerme a llorar por los mismos. No tengo otra alternativa más que aceptar mi nueva realidad donde tengo que encargarme de mi esposa, de mi amante y de los bebés que espero con ambas mujeres.He aceptado que esto es algo que no puedo cambiar así quiera, por lo que tengl claras mis prioridades. Sophie y su bienestar vienen primero, incluso antes que mi otro bebé porque todavía ni sé si es mío, solo sé que existe la posiblidad.Cada mañana vengo a casa, preparo su desa