Capítulo 54.
SOPHIE
El nivel de dolor que siento me resulta casi insoportable. Justo cuando creí que lo peor que Chris podía hacerme, ya lo hizo, viene con esta absurda idea de que darme el divorcio es justo lo que necesito.
Tengo en mi pecho una llama ardiente que me provoca hasta náuseas de lo asqueada que me siento al recordar cómo se fue mi vida al demonio. En primer lugar, estoy completamente sola con mis pensamientos que no hacen más que retorcerme en mi propia miseria, y en segundo, mi propia realidad no me aleja lo suficiente de todas las cosas que tengo qué pasar, lamentablemente.
Dos días han pasado desde que Chris vino a mi habitación a pedirme el divorcio. Dos putos días en que no he sido capaz de dejar de pensar ni un solo segundo en sus palabras, y dos en los que no he sido capaz de dejar de odiarlo como lo hago.
Sin importar qué tanto se esfuercen por mí, no puedo dejar de pensar y de expresar en mi rostro lo que siento por dentro.
—Vamos, cariño, tienes que salir de aquí—dice mi ma