Pasaron un par de minutos en completo silencio, antes de que Emilia volviese mostrar signos de vida. —Mi madre —pronuncio de pronto y con voz débil.—Está en el hospital, mis padres se encuentran con ella no la han dejado sola ni un momento. Ella te necesita, sé que esto es muy difícil para ti; pero debemos ir con ella —le respondió, mientras la soltaba despacio para verle el rostro.Noto entonces que no había ni una sola lagrima en este, su mirada parecía estar más bien perdida; toda ella parecía estarlo.—Lo sé, ahora tengo que alistarme —reconoció, mientras comenzaba a incorporarse con lentitud. Al verla, Alexander se apresuró a ponerse en pie, dejando que ella lo hiciera de igual manera.Apenas Emilia se levantó de la cama, fue como si sus piernas no lograsen sostenerla del todo; haciendo que estuviese a punto de caer al piso. De no ser porque Alexander se apresuró a sostenerla, colocando un brazo a la altura de sus costillas; sin duda se habría golpeado. —¿Estas bien? —le cues
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