—No, yo no... lo juro, nunca pensé en algo así.—Solo quería asustar un poco a Marisela para que dejara a Lorenzo. ¿Cómo iba a hacer algo ilegal? Soy buena persona.Ulises la miró fijamente. Si ella era buena persona, entonces todos en el mundo serían villanos.—Indemnización privada o juicio, tú eliges —le lanzó Ulises como ultimátum.Isabella ya no podía hablar de juicios. No se atrevía. El hermano de Celeste seguramente haría que perdiera y pagara aún más.Si además él hacía público el asunto, afectaría su carrera profesional. No tenía nada que ganar.Tras evaluar sus opciones, Isabella apretó los dientes y dijo:—¿Podría ser menos? No tengo quinientos mil dólares.Utilizando sus dotes de actriz, con lágrimas asomando en sus ojos, comenzó a dar lástima:—Solo soy una modelo, no gano mucho. Trabajo duramente en desfiles y la agencia se queda con gran parte de mis ingresos.—Señor Bustamante, me equivoqué, lo siento. No era mi intención lastimar a la señorita Bustamante. Por favor, se
Leer más