Bianca miró los arbustos donde Dave había arrojado el collar. Escondió su maleta en un lugar secreto y comenzó a buscar. Se arrodilló y revisó con cuidado entre las plantas en busca del collar. Los transeúntes no pudieron evitar hacer comentarios al pasar. —¡Está dañando las plantas! ¡Qué grosera! —¡La gente de hoy en día! —¿Deberíamos llamar a seguridad? —Déjala. No es nuestro problema.Ignorando los susurros a su alrededor, a Bianca solo le importaba encontrar el collar con diamante rojo. Quería devolvérselo a Dave. La idea de que lo hubiera tirado así, sin más, la alteraba. Era como si, al deshacerse del collar, también estuviera dejando atrás los sentimientos que había guardado durante tanto tiempo…Siguió revisando entre los arbustos, con las manos sucias y llenas de barro. A pesar del desastre, recordaba perfectamente el momento en que Dave le dio el collar. Él se había arrodillado, lo colocó suavemente en su cuello y le dijo: —Desde este momento, tú estás conmigo.Tam

Después de pasar todo el día con Blake y esperar a que se durmiera, Bianca finalmente regresó a casa, agotada. Como al día siguiente tenía que trabajar, su hermano se quedó en el hospital para cuidar a su madre y permitirle descansar.Bianca se quitó los tacones, caminó descalza hasta el baño y se lavó la cara frente al espejo. Al levantar la vista, vio su reflejo cansado, con una sonrisa forzada y su largo cabello negro pegado al pecho, aún húmedo. Pero en su mente, estaba de nuevo en el apartamento de Dave, con él recostado en su hombro, colocándole un collar de rubí alrededor del cuello… Sus manos, apoyadas sobre el lavabo, se cerraron lentamente en puños. Todo eso ya había quedado atrás; el pasado era historia. Mañana sería un nuevo día, y tenía que seguir adelante.Bianca salió rápidamente hacia la sala, tomó unas tijeras y, sin dudarlo, se cortó el cabello. Quería comenzar de cero, convencida de que al cortar su melena, también se deshacía de las emociones que aún la atab

Esta historia tan poderosa no solo conmovió a sus fans, sino que también le ganó a Blake el respeto del público. La expectativa crecía mientras todos se preguntaban cómo se desempeñaría en el próximo programa. La conferencia de prensa ocupó varios de los primeros lugares en las tendencias, generando un revuelo que ni siquiera Bianca había anticipado.Para Emerald Artists Agency, esto era tanto una gran oportunidad como una crisis en crecimiento. Lo positivo era el aumento en la popularidad y toda la atención que estaban recibiendo. Mientras Blake y Reese siguieran dando lo mejor de sí, su fama se mantendría, incluso si no ganaban el campeonato.Sin embargo, la visibilidad también traía muchos riesgos. Cuanto más alto se sube, más visible se es, y seguramente las empresas rivales ya estaban observando, esperando cualquier error para aprovecharlo.Bianca llamó a Reese a la habitación del hospital donde estaba Blake. Allí les explicó con cuidado los beneficios y los riesgos de toda

Justo en ese momento, un movimiento a su lado lo sacó de sus pensamientos.Skylar se estiró lentamente y abrió los ojos.Al principio, una suave sonrisa apareció en sus labios. Pero pronto se desvaneció, reemplazada por una expresión de shock e incredulidad.—Reece, ¿qué pasó anoche? ¿Qué me hiciste? —La voz de Skylar temblaba de miedo, y sus ojos se abrieron con confusión mientras se aferraba a la sábana contra su pecho.Al ver su angustia, una ola de remordimiento invadió a Reece. El peso de la culpa lo aplastaba por dentro.No podía mirarla a los ojos.—Es… es mi primera vez —confesó Skylar, con los ojos llenos de lágrimas otra vez.Reece, al verla llorar, sintió cómo se le partía el corazón.No podía soportar verla así. Se giró hacia ella y le colocó las manos con suavidad sobre los hombros.—No te preocupes. Asumiré la responsabilidad de lo que pasó. Te lo prometo —dijo en voz baja, mirándola a los ojos.—¿Asumir la responsabilidad? ¿Cómo? —preguntó Skylar, con la voz temblorosa

Bianca miró a Dave y le dedicó una sonrisa amarga. Recordó su primer encuentro en Champs Le Bar. Dave y Brandon habían dicho que estaban allí para reunirse con unos clientes por órdenes del jefe de Dave, pero todo había sido una mentira. Ese recuerdo hizo que Bianca apretara los puños, y el dolor en su pecho se intensificó.—Bianc… —Diana notó que algo no estaba bien. Recordando lo que Bianca le había contado sobre Dave, le tiró suavemente de la manga—. ¿Estás bien?La pregunta sacó a Bianca de sus pensamientos. Forzó una sonrisa y negó con la cabeza, intentando ocultar lo que realmente sentía. Bianca miró a Blake y murmuró: —No entiendo por qué está con Brandon. Nunca me dijo nada sobre su relación.Después de hablar, Bianca se adelantó para empujar la silla de ruedas de Blake. Blake miró a Dave con desaprobación. Estaba molesto por la falta de honestidad. Sospechaba que Dave le había ocultado cosas a Bianca, quizás incluso la verdadera razón por la que rompieron: que Dave ya e