UGPEM. CAPÍTULO 110. Preguntas sin respuestasLiam sentía que iba a estallar de felicidad. Allí, frente a él, estaba el amor perdido de su vida, su esposa, su Max. Durante meses la había estado buscando, y casi había perdido la esperanza de volver a verla. No podía creer que la estaba viendo, que la estaba abrazando.Runi bajó el arma despacio, con el corazón acelerado y los ojos muy abiertos porque hacía más de un año que nadie, absolutamente nadie se atrevía a tocarla, mucho menos en presencia de Omar. Estaba aturdida, en el fondo entendía por qué él la llamaba por otro nombre, pero no quería creerlo. En su mente rondaban miles de preguntas sin respuestas, pero temía que aquella esperanza pudiera ser algo real.—Max... —Liam solo se apartó un poco para tomar su cara entre las manos—. Max ¿qué pasa? ¿Por qué no me dijiste que eras tú? ¿Por qué no regresaste conmigo?... —Pero ella lo miraba como si no tuviera idea de lo que hablaba—. Max... ¿No sabes quién soy?Runi se separó asustada

UGPEM. CAPÍTULO 112. Un pequeño bebéMax estaba nerviosa cuando entró en el patio de la nueva casa de Liam. Habían pasado muchos meses desde la última vez que había visto a su hijo, y lo peor de todo era que no lo recordaba. Dereck era como un hermoso instinto para ella, pero realmente no lo recordaba. Los nervios que sentía eran más fuertes que nunca, pero Liam estaba a su lado, sosteniendo su mano con la suya.—No tengas miedo —dijo, con una sonrisa tranquilizadora—. Él te recordará, lo prometo.Abrió la puerta principal y atravesaron la casa hasta el jardín, donde Liam sabía que se encontraba su hijo. Max sentía los latidos de su corazón acelerarse a medida que se acercaban, y cuando por fin llegaron, se quedó sin aliento.Un hermoso niño estaba en el suelo, jugando con decenas de cochecitos y vigilado atentamente por un hombre maduro.—¡Max! —exclamó Lyon al verla y Liam se inclinó hacia ella.—Te va a abrazar, no lo mates que él también te quiere mucho —le advirtió.En efecto, un

UGPEM. CAPÍTULO 114. La memoria del corazón.Max se relajó y se apoyó en él, sintiendo el calor de su piel y lo fácil que le resultaba aquella cercanía.—Mmmm... ¿órdenes? ¿Qué tipo de órdenes? —preguntó con una sonrisa traviesa.Liam no respondió inmediatamente, solo bajó la vista y pasó suavemente sus dedos por la parte posterior del cuello de Max. Ella se estremeció ante el ligero escalofrío que aquel gesto provocaba en su cuerpo.Se sentía atraída por Liam, eso era indudable. Ni siquiera quería apartarse cuando sus cuerpos comenzaron a rozarse en el agua tibia.—Liam... —susurró al sentir sus manos acariciando su espalda—. Espera yo... Lo siento, no te recuerdo.Liam la abrazó aún más fuerte y posó su frente sobre la de ella, respirando con intensidad.—Lo sé, pero solo es tu cerebro y es una parte muy pequeña de ti —murmuró él—. El corazón también tiene memoria, Max, más de la que imaginas. —Rozó la piel de su pecho con las puntas de los dedos y bajó sus manos hasta sus caderas m

UGPEM. CAPÍTULO 116. El comienzo de una nueva vidaLiam sentía que su corazón dejaría de latir de un momento a otro, pero bastó que ella atravesara la puerta con aquella sonrisa para que su vida se iluminara de nuevo. Max corrió a abrazarlo y luego cargó a su hijo para llenarlo de mimos.—¿Todo se terminó? —preguntó él con ansiedad y la vio asentir.—Sí, ya se terminó todo.Liam suspiró con alivio, pero ni siquiera se atrevió a preguntarle a Max cómo era que ella había "solucionado" el problema. Sin embargo no demoraría mucho en saberlo, porque esa misma tarde mientras su mujer y su hijo dormían la siesta, él recibió una llamada de la policía pidiéndole que se presentara de inmediato en la comisaría por un asunto relacionado con su padre.Liam se armó de valor y le encargó a Lyon que estuviera doblemente alerta mientras él salía. Casi se iba preparando para una visita a la morgue, pero en lugar de eso se sorprendió cuando el guardia lo llevó a una de las celdas y le mostró a Garret, e

LA AMANTE VIRGENSINOPSISCharlotte era la chica consentida de su familia, la hija perfecta, hasta que cometió la peor atrocidad: acostarse con el novio de su hermana en la noche de su fiesta de compromiso. En ese momento el desastre se desató, la humillación, los gritos, sus diarios en los que había confesado un cariño sincero por Blake, y entonces nadie le creyó que sería incapaz de hacer algo que lastimara a su hermana. Pero lo peor sin dudas fue el rechazo de Blake, el asco con que la miraba y la determinación con la que le dijo que jamás la perdonaría.¿Un internado? Sí ese era el destino que sus padres le decían a la gente que tendría, pero la realidad fue que además de una bolsa con ropa y unos cuantos euros no le dieron nada más antes de echarla a la calle.En la desesperación el corazón se rompe o se endurece, pero cuando encuentra a alguien que le ofrece la mejor coraza, sería una locura no aceptarla ¿verdad? ¿Olvido o venganza?¿Redención o amor?¿Volver para perdonar...