"Melissa"Flavio lograba dar información como si contara una historia de terror, dejando al oyente ansioso y tenso. ¡Hacía pausas dramáticas! Yo estaba casi saltándole encima, estaba ansiosa, con el corazón acelerado, la boca seca y las manos sudorosas. Quería que pudiera dar la información como un locutor de fútbol, hablando sin parar ni siquiera para respirar. Pero él se divertía haciendo ese suspenso.—¡Ay, Flavio, habla de una vez! —Le pedí y se rió.—Ah, adoro contarte las cosas. —Tenía esa sonrisa confiada en el rostro, llena de dientes perfectos y blancos. —Mel, el bar pasó por una crisis cosa de un año después de abrir. Al parecer su hija se enfermó, una infección pulmonar de tratamiento difícil, Rafael gastó mucho con la niña y descuidó el bar. Casi quebró, necesitaba capital y consiguió un inversionista. Alguien que le dio el dinero, pero permaneció en el anonimato, fue como un préstamo personal, que Rafael todavía está pagando, porque fue bastante dinero y esas cosas tien
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