Es normal que deba ser cuidadosa sobre lo que debería o no realizar, porque tengo un hombre al que no le tiembla la mano para asesinar a cualquier persona que se acerque demasiado a mí, pero, aun así no me siento a salvo con él.— ¿Cómo sé que no harás lo mismo si rompo un plato favorito o pierdo una de tus reliquias?— ¿Qué locura estás diciendo? — pregunta Arnold y puedo ver que se está esforzando por no burlarse de mí.— Hablo en serio.— Eva, si rompes un plato que valga billones, vuelvo y lo compro, si destruyes una de mis armas, la arreglo y coloco mejor de lo que estaba, cariño, nada material me va a hacer perder la razón, pero, si alguien te toca… mierda, lo mataré.‘Suena como si yo fuera su tesoro preciado y no sé si indignarme por sentirme como un objeto o sentirme alagada, ya que, suena
Ler mais