—Así que, de cualquier forma, intentarás ayudarlo, aunque sea clavándome un puñal en el corazón.—Sonia, realmente eres... despiadada.Al terminar de hablar, Andrés caminó directamente pasando junto a ella.Las blancas olas seguían rompiendo en la orilla, y en la inmensa playa solo quedó Sonia, completamente sola....Esa noche, Sonia y Andrés durmieron dándose la espalda.A estas alturas, Sonia ya se había acostumbrado a tener a alguien más en la cama.Pero antes, cuando compartían la almohada, solían hacer algo antes de dormir, o al menos Andrés la abrazaba para conciliar el sueño.Esta noche, sin embargo, no hizo nada de eso.Esa figura dándole la espalda a Sonia parecía abrir un profundo abismo entre ellos.Sonia tampoco se dio la vuelta.Pronto, la noche pasó.Cuando Sonia despertó, ya había amanecido.Andrés ya no estaba.Sonia no sabía si se había ido a trabajar o a la fiesta que mencionó Erwin, tampoco le interesaba saberlo.En cuanto al paisaje de los alrededores, ya no quería
Leer más