Mientras tanto, en la habitación del hospital de Gabriel.Después de terminar la revisión, Javier despidió a los demás y acercó una silla para sentarse junto a la cama.— Gabriel, esta vez no vayas a escaparte, recupérate como es debido. De lo contrario, cuando Ana se vaya con alguien más, solo te quedará lamentarte sin poder hacer nada.Con la herida abriéndose repetidamente, había que admitir que Gabriel era realmente temerario.Como médico, Javier hablaba con total sinceridad, sin exagerar en absoluto. La ubicación de la herida ya era bastante delicada, y si no sanaba adecuadamente durante un período prolongado, podría dejar secuelas irreversibles, ¡y él no se haría responsable!Javier recibió una mirada gélida como respuesta.Ya estaba acostumbrado.Aprovechó para contarle brevemente a Gabriel lo que estaba sucediendo con Viviana. Él mismo no estaba muy al tanto, pero su intuición le decía que ahí había un escándalo monumental.Incluso cuando salió de su oficina y pasó por recepció
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