—Me acabo de levantar, no esperaba a nadie, supongo que viste los periódicos donde salgo como la mujer de Julio, tu amigo —dijo Milena mintiéndole.—Julio era mi amigo, ahora es mi enemigo, ¿Estas sola? —Pregunto Iku.—Si guapo —dijo Milena con voz nerviosa.—¿Y porque tan nerviosa? —Pregunto Iku mirándola a los ojos.—Tu me pones nerviosa, por ser tan guapo —dijo Milena al borde de los nervios.—Que extraño, ¿se puede saber porque en sillón hay zapatos de hombre? —Pregunto Iku levantando la ceja.—Se los compre a Julio, no se su talla, supongo que esa es la talla —dijo Milena.—No creo que le quede se ven medianos, y el pie de Julio es grande, el punto es, ¿Qué quiero saber donde esta Julio?, ¿Te dijo algo? —Pregunto Iku serio.—No tengo idea, no recuerdo su talla, en cuanto a Julio, mi esposo, me dijo que iría a su trabajo de siempre, yo me quede en la mansión, porque estoy embarazada y no me he sentido bien de salud —agrego Milena.—Entiendo, ¿Me podrías traer un baso de agua? —Pre

Iku de inmediato salió corriendo al escuchar el ruido.Y se dirige a la habitación.—Ayuda, ayuda, por favor —Grito Tadeo.—¿Qué pasa? —Pregunto Iku con inquietud.—Milena no reacciona, no se qué pasa —dijo Tadeo.Iku toco los signos vitales de Milena, y llamo ambulancia.—Cuéntame exactamente lo que paso —agrego Iku.—Estaba comiendo tres chocolates y de pronto se comenzó a sentir mal —agrego Tadeo con voz afligida.—No entiendo que pudo haberle causado un desmayo —agrego Iku levantando las piernas de Milena para la circulación del cuerpo.—El doctor le dijo que no se estresara, y mira Julio lo que hizo —agrego Tadeo.—Puede ser que su presión este alta —agrego Iku.—Espero que se ponga bien —dijo Tadeo con voz angustiante.Minutos despues la ambulancia y paramédicos estaban revidando a Milena, la presión de ella se había elevado, y tenia un cuadro de estrés muy fuerte, y ansiedad, por lo que tuvieron que calmarla con un medicamento natural que no afectaría a su bebito.Milena estaba

—Que no, no seas necia, si te pasa algo pues te ayudare yo, en la carretera —dijo Taiku.—Y si me muero —dijo María.—Yo te revivo —dijo Taiki.—Hermano, por fa, recuerda que debo tomar medicamentos, y quien me dará de comer, hay que cocinar, y eso, te lo suplico, tengo una idea, si no quieres que nadie vaya a tu mansión, me quedare en la mansión de Iku, y asi te aligero la carga, necesito que me cuiden —agrego María.—No, María, te vendrás conmigo, ya lo platicamos, y nuestros padres vendrán con nosotros, asi que, en resumen, te cuidaremos, no iras sola atras del carro —agrego Taiki.—Mis padres trabajan —dijo María.—No sé si seguirán trabajando, y la tienda de ropa que creaste, resulta que Julio se adueño y ahora está que te quedaste fuera de la lista, Julio se apodero, ya solo poque dice que puso más inversión en la tienda, que tú, antes tu hayas sido la diseñadora intelectual, pero bueno, ya veremos como resolveremos esto, estoy tan molesto, no entiendo porque te hace sufrir, me

—No se sabe, deben hacerle análisis, solo sé que le dolía el pecho despues de que fuimos a comer algo, el doctor la va a revisar, ha de ser por toda la tensión, que ella tiene —añadió Matías.—Debe ser fuerte, estaremos con usted —agrego Hana.—Gracias Hana, sé que tú nos ayudas mucho, por eso mi hija María te estima tanto, ahora veo porque —agrego Matías.—Ayudaremos en lo que podas, mientras llamare a mi amigo, para que de una se la lleve, pero Taiki no sé si se opondrá, le diré a mi amigo, que venga lo más pronto posible, le dije que estábamos aquí, pero no sé qué tan cerca o lejos este, aparte que recuerden que en seis meses, María sera vendida a él, es la única forma de que María se divorcie de Julio, firmados esos papales, ella sera libre, y podrá cambiar su vida, ella quiere cambiar antes su identidad, y nombre, yo le digo que tiene que esperar, esos seis meses, ya que Julio no ha cumplido nada de lo que dice esos documentos —agrego Iku.—Tienes razón —dijo Matías.—Por el mome

—No puedo creer lo que me estás diciendo, no puedo creer que te parezcas a mi —agrego María viéndola a los ojos acercándose para saber si era real o era su imaginación. —Pues soy real, y termine de meter todos tus zapatos en una bolsa, las distribuí en las demás maletas, estas lista para salir de aquí, te enseñare algunas cosas, para que puedas defenderte de cualquier hombre —añadió Danica. —De hombres no quiero saber en mi vida —dijo María. —Lo sé, ¿Qué tal sigues del brazo fracturado? —Pregunto Danica curiosa. —Diez semanas, te imaginas, eso, me estreso, siempre, no me gusta usar yeso, pero no tengo opción, solo seré el olvido de todos, no hay problema con la soledad que siento ahora, no confiare más, el destino me ha dejado claro que no sirvo en el amor, despues de tanta humillación y mi baja autoestima, me siento un fracaso, nunca podre ser fotógrafa como algún dia lo soñé, mis sueños solo están rotos, sabía que es Jefe absurdo de la empresa de Julio me echaría en cuanto viera