Isaías estaba irritado, apenas había descansado tres horas porque Zoe no lo dejó descansar más, y para evitar tener una nueva discusión con ella, que relativamente perdería porque Zoe no es como cualquiera de su manada que puede castigar si le falta el respeto; ella es su luna, una humana frágil que debe soportar y desear al mismo tiempo. Frustrado tanto sexual como por no haber descansado, pidió a su madre ir con Zoe para que le llevara algo de ropa y la ajustara a su cuerpo, porque tenía pensado enviar a comprarle todo lo que ella necesite. Puesto que Zoe estará apresada, pero no dentro en la casa, sino dentro en la manada, tendrá la libertad de ir dentro de la manada a cada lugar que quiera y debe estar bien arreglada.—Zoe, entiendo que estés enojada con nosotros— Le dijo Alice a Zoe cuando la veía evitar su mirada, Alice estaba acomodando un vestido para que Zoe se lo pusiera y ella trataba de no ver a la señora, incluso la miraba con recelo y descontento.—¡¿Por qué será?! —. Au

Ambas con las manos en el pecho se dieron la vuelta para verlo y Sacha le dedicó una sonrisa ladina, pero luego de que recordó su brazo marcado intentó cubrirse con vergüenza, aunque el chico ni le miró el brazo, ella sentía que si lo estaba haciendo.—No exactamente— murmuró Zoe con algo de timidez y su rostro se tiñó por el sonrojo que le causó ver la mirada hambrienta que le dedicaba el chico de rostro angelical que estaba iluminado por una sonrisa radiante.—Son las humanas que el alfa trajo a la manada, están muy bonitas— expuso viendo con lascivia a Zoe, aunque ella no es para nada comparada a las lobas con figuras esbeltas y bien proporcionadas, igual le pareció interesante.—Sí, y nos gusta la manera en la que se divierten—. Se adelantó Sacha al sentirse atraída por la energía y la alegría del lugar.—Pues no se diga más, únanse a la diversión, me gusta la chaparra, quizás al final de todo esto salgamos siendo más que conocidos—. Fue directo mientras miraba a Zoe como lobo ham

Luego de esa escena donde Isaías sintió que podría perder el control por completo, envió a su madre a llevar a Zoe a la habitación, porque la necesitaba lejos; pero muy lejos para no terminar clavando los colmillos en su cuello. Eros estaba fuera de sí, por eso, se dedicó a respirar acompasadamente durante media hora, procurando calmar su mente.—¡¿Qué piensa esta bestia?! — gritaba Zoe frente a Alice que la veía sin saber qué hacer o decir—. ¡Él no es dueño de mi vida para encerrarme como si yo fuera su mascota!Alice se rió.—Vamos a comer ¿Quieres? — le propuso para hacer que se calmara, y aunque su hijo le había pedido que la mantuviera encerrada, ella no estaba de acuerdo con eso, porque ya le han hecho mucho daño a Zoe al obligarla a quedarse sin tener idea de porque debe estar en la manada.—Usted es distinta a él. Zoe se acercó a Alice, y le tocó las manos, aunque luego se arrepintió y se apartó.—Somos iguales, solo que Isaías lleva mucha presión sobre él, aunque no niego qu

Después de que Isaías amenazó a Sacha para proteger a Zoe, Sacha decidió seguirlo, estaba siendo expectante de todo; incluso, pudo ver como Isaías rompió la puerta al salir casi transformado en una terrible bestia, y no lograba entender nada, solo estaba escéptica observando todo con detenimiento para comprender mejor los hechos.—¿Cómo rayos Isaías puede estar de ese modo?, debo descubrir qué activó su celo, y por qué me rechazó sabiendo que conmigo no debe contenerse como con esa humana— balbuceaba observando hacia la habitación en la que sigue Zoe.—¿Por qué aguanta dolor por ella? —. Sentía decepcionante que siendo una mujer tan bella Isaías no le prestará más interés que a esa simple humana, y al despreciarla por Zoe le estaba dando un golpe bajo.» ¡¿Será que realmente se enamoró como si fuera un estúpido humano?!—. Quiso mofarse, incluso intentó reír, pero no pudo, solo tenía dudas sin respuestas y llegó a la conclusión de que, si Isaías pretende que ella cuide de Zoe, lo hará

Justo en ese momento Alice ingresaba al calabozo, deteniéndose al frente de la jaula en la que está Isaías, totalmente encadenado y haciéndole mucha fuerza a las cadenas para romperla. Ella sintió mucho dolor al ver a su hijo de ese modo.—Mi pequeño—, murmuró con voz lamentosa y abrió la cerradura; se acercó para sentarse a su lado y sin temor a que él le pudiera lastimar le pasaba la mano por la cabeza.—Mamá—, la llamó Isaías cuando volvió en sí, su mente era como una laguna llena de profundidades oscuras, sin su luna estaba perdido, caía en un abismo y si algo que fuera conocido no lo atraía de vuelta a la realidad, no regresaba.—Si mi amor, soy yo mi vida, mamá está aquí—. De los ojos de Alice salían lágrimas, prefería verlo soberbio, arrogante como todo un líder prepotente y no tan lamentable.—¿Qué buscas aquí?, es tarde, ¿y mi luna? — cuando mencionó a su luna su cuerpo se sacudió como si estuviera poseído por un espíritu.Y Alice suspiró profundo.—Está bien, pero hijo es so