Healy Resort Village Gabriel esperaba ansioso, había pasado una hora desde que Raik se había ido a hacer el trabajo de la recepcionista, sabía que tenía que hacerlo por hora y media, pero ya no aguantaba y esperaba que si hubiera conseguido el número de habitación porque si no nada habría valido la pena. ~ Habitación A01~- Haz lo que te dije, limpiala y la cambias.- No es más fácil dejarla desnuda? preguntó - Si, pero hay mucho frío.- Eso no importa, no nos importa lo que esta- dijo con sus dientes apretados y dándole un golpe en uno de sus brazos - zorra sienta.- Tienes razón, déjala así, debo tomarla antes de que amanezca, porque antes del amanecer tenemos que irnos de aquí.- Bueno, date prisa, el que más tardas eres tú.- Cálmate- - El tiempo corre Gastón son más de la una, ya.- Bueno, empezaremos después que la limpies.- Tienes que ayudarme a limpiarla- Su cara fue de asco. - De verdad apesta.- Yo no siento su olor desagradable.- Claro, está liberando feromonas, es

Healy Resort Village ~ Habitación A01 Stella estaba muerta en el piso, el olor de su sangre penetró en todo el lugar, pero lo que los dejo helados fue el ver que aún la loba blanca permanecía con su hocico encajado en el cuello de la loba. El vampiro al darse cuenta de lo ocurrido se soltó del agarre de los lobos y se fue encima de la loba blanca, tratando de quitársela de encima a Stella. - Suéltala maldita perra- Sus uñas fueron directo a la cara de la loba y se inscrustraron con fuerza. La loba hizo un sonido de dolor pero aún así no soltó el cuello de Stella provocando así que Gastón enfureciera aún más, los dos lobos se acercaron a separarlos. - déjala- Gritó Gabriel. Los ojos de Raik se abrieron como platos al ver que Alana había matado a Stella. - Gabriel, Stella esta muerta-- Maldita zorra asquerosa, la mataste- Gritó el Vampiro casi sollozando.- Cállate,que tú serás el próximo, tienes que pagar por todo lo que has hecho-Gastón que estaba más cerca reaccionó pri

Manada de Hielo Era de madrugada, pero la manada aún permanecía muy activa, estaban pasando tantas cosas al mismo tiempo que los lobos no tenían tiempo ni de descansar, el vacío en la cama fue una muestra de ello, habían pasado algunos días de su encuentro con Abigail y no podía dejar de pensar en esa bruja, su rostro le era muy familiar y aunque tenía parecido a Betzabet había otra cosa que le parecía más familiar en ella. Llevó las manos a su vientre justo como hacía últimamente, sintió el movimiento en su barriga y aunque fue acompañado con un poco de dolor la hizo sonreír. Su bebé, haría lo que fuera por ella, su hija no tenía culpa de nada de lo que estaba pasando ni de lo que iba a pasar y eso la hizo pensar en que su padre en cualquier momento llegaría a destruir la manada y atacar a los lobos, creía que se había tardado mucho pero también sabía que algo tramaba su padre estaba loco pero no iría a la guerra sin antes prepararse. Suspiró allí estaba de nuevo ese sentimient

Ziara La vampiro sintió como los bellos de su nuca se erizaban, recordó el rostro pálido de Abigail y supo que había algo más que no sabía. Quería entenderlo, quería saber que sucedía porque siempre era ella la última en enterarse. Suspiró mientras caminaba con rapidez hacia la manada, el bosque ya no se sentía como antes, al parecer toda la magia del lugar, estaba siendo apagada por lo tenso que estaba el ambiente, seguramente allí morirían muchos. Pensó en la nieve que decoraba el piso casi todo el año, lo cálido de su lago, que triste que toda esa belleza se tiñera de rojo. Tal vez la guerra les ayudaría a tener un futuro en paz, algunas veces había que sacrificar la paz por el caos. Pensó en su hija, nadie podía saber que estaba embarazada, nadie. Eso podía complicar más las cosas sobre todo si llegaba a oídos de su padre. Se vió llevándose las manos a su vientre y como si la bebé pudiera escuchar sus pensamientos se removió dentro de la vampira, le dolió pero no dejo d

Manada de Hielo Ziara y Alian fueron los primeros en salir, Ziara se sentía mal, su estómago estaba revuelto, se sentía mareada. Alian estaba a su lado, pero no había dicho palabras alguna, Ziara intentó evitar la incomodidad del momento y sus malestares perdiéndose en sus pensamientos. * Eso allí se sintió muy extraño, no quiero ni imaginar si les hubiera contado todo. Y no hablar de Alana, sólo le faltó culparme.* Suspiró con molestias *Obvio soy culpable, pero no lo hice a propósito, lo hice porque no tenía de otra, la muerte de esos lobos les causó dolor pero con ella, yo les evite un daño mucho mayor.* - Ziara- - ¿ Qué sucede? ¿ Por qué gritas? - Te he estado hablando pero no respondes, no parece que estuvieras aquí. - No tengo a dónde ir. - ¿ Quieres irte? - No es que lo quiera, pero de ser así, igual no tendría a dónde ir. - Ziara, hablaste con tu padre? - No, no pude, ni siquiera pude entrar por completo al castillo, sólo llegué a los límites de su tier