Healy - No puedo tomar ni una copa más. - Vamos, sólo una. - Para que quieres que tome tanto? - Eh que mente tan cochina tienes, no es para nada malo, sólo quiero que disfrutemos la noche. - No hay necesidad de esto para disfrutar, aunque lo hace más agradable. - Ah sí? - Si- le guiño nuevamente el ojo. * Vaya chica que se había conseguido, era obvio que necesitaba la información y quién mejor que ella para dársela. Pero ahora, ahora había algo más que le atraía, podía ser, sus labios? O sus piernas? Ya se veía en medio de esos muslos, y con sus manos tocando sus nalgas, no creía que llegarán a cubrirlas por completo, al igual que sus senos* - Sólo una más- - Está bien, pero podemos tomarla en otro lugar. - Perfecto - El lobo hizo una seña al mesero que se acercó rápidamente. - Queremos subir- * Oh vaya, entonces se daría el lujo de conocer una habitación de este majestuoso hotel* La chica sonrió pero más allá de curiosidad por conocer una habitación ten

Healy Las señales estaban pero simplemente no les quiso poner atención, no podía creerlo si sus padres se enteraban la matarían o su madre moriría infartada. Buscó y busco hasta que consiguió una factura y un lapicero en su bolso. Derick, gracias por la cena y la maravillosa noche, disculpa me haya ido, se me presentó un inconveniente. Tu prima la chica que buscas está registrada en el hotel con el nombre de un chico, que según era su pareja, pero ese mismo chico se fue con la otra chica, su amiga. Tu prima debe estar aún en el hotel. Lo siento. - Celeste Dejó la nota al lado de la mesita de noche, arriba de su chaqueta para que la viera. Iba a irse, no volvería mañana a trabajar al hotel, tomaría las vacaciones que tenía pendiente y se alejaría de Healy a toda costa, visitar a sus padres no era opción, pero debía alejarse lo más que pudiera. Antes de salir lo miró por última vez, el lobo dormida plácido, como si nada en el mundo pudiera perturbar su sueño y ella aprovech

Bosque Casa de Abigail La voz, la voz de esa mujer se le hacía familiar, pero no sabía de dónde, no parecía una loba, y por lo que había dicho mucho menos una vampiro, aún así había algo en su interior que decía que debía creerle. - En estos momentos para mí es muy difícil confiar, sin embargo hay algo en mí que me dice que debo confiar en ti y esta vez confiaré en mi intuicion. - No soy mala, de serlo ya te habrían sacado de aquí. * Eso era un buen punto* pensó Ziara. - Abigail, ¿nos conocemos? ¿Ya nos habíamos visto antes? Abigail se puso un poco nerviosa, no sabía si decir que si o que no, porque no sabía cómo reaccionaria la vampiro. No quería arruinar las cosas, no ahora que sabía que Ziara corría peligro y que no estaba segura de poderla proteger. Suspiró y se dió cuenta que había tardado en responder porque la vampiro la miraba con su entrecejo fruncido. - La verdad no lo sé, no es muy fácil, llegar hasta aquí y hace muchísimo tiempo que no voy al pueblo de san

Healy Había llegado casi a mediodía a Healy, camino hasta la parada y espero unas cuántas horas para ver si se conseguía a Stella, pero no, eran las once y tanto de la mañana, decidió irse al hotel, capaz y conseguía a Alana muerta. Paró un taxi y dió la dirección del hotel al subirse, el carro comenzó a moverse y el vampiro no pudo tranquilizar su mente. * Si no puedo tomar a Alana, estoy jodido, estúpido Isan, seguro y fue Zilana que lo provocó, ahhh se merecía la muerte, era una vampiro muy intensa* Debía saber cuál era el siguiente movimiento, pero para eso debía esperar a Stella, iba a esperarla un día más, no más. No podía esperarla más, así tuviera que tomar a Alana estando amarrada, era un problema porque no sabían cómo funcionaban ni cuáles eran los poderes que desarrollaría la loba. * Sólo espero que Stella estuviera bien * Justo cuando pensó que sus problemas no podían aumentar, pensó en Ziara. * No lo delataría o si? Claro que podía, pero si me hundiera tamb

Healy Resort Village Ellos podían creer una cosa, Pero el destino les tenía preparada otra, en el mundo de los hombres lobos conseguir un compañero era de las cosas más importantes a realizar. Ser rechazado era prácticamente lo mismo que morir, el dolor era tan intenso que te llevaba a eso mismo, a la muerte. Alana y Gabriel siempre estuvieron juntos, eran el uno para el otro, pero las decisiones equivocadas los llevaron hasta donde están ahora, Alana corría peligro y su tiempo se acababa, quería salir de dónde estaba pero no sabía como. Gabriel siempre supo que la amo, pero le costó aceptarlo, después que por fin lo aceptó, temió ser rechazado por Alana, justo cuando pensó que todo en ellos iba avanzando la loba consiguió a su supuesto compañero. El dolor no lo mató por el simple hecho de que no fue rechazado, pero no evitó el dolor. Alana una loba inmadura, Gabriel un lobo un tanto testarudo, sus carácter y sus formas de ser, separó a uno del otro, pero justo hoy, el dest