un proceder impropio, eres una zorra!

Saliendo de la Compañía Mendoza un elegante y apresurado CEO Emilio, iba de prisa a hacer una diligencia personal, era de vida o muerte que llegara a tiempo

Después de lo sucedido en el bar y de haber tomado a esa hermosa joven, el Ceo Emilio apenas despertó ordenó a su mano derecha Joshua Mishima, su inteligente y eficiente asistente personal japonés que investigara todo sobre los nombres de las mujeres pero sobre todo de la festejada, la mujer del velo

Emilio debía asegurarse que en ese encuentro no hubiera quedado plantada su semilla, la sangre Mendoza era muy valiosa, no podían ni debían tener alguno de los suyos por ahí sin reconocer, era completamente tabú entre los hombres Mendoza tener un hijo bastardo.

No puedo creer que haya tenido que pasar un mes para recibir la información que pedí de la mujer del bar, descontaré el bono de Mishima éste mes!

Emilio estaba furioso, la información le había llegado tarde y con la noticia que ese mismo día Alejandrina de la Mora contraería nupcias con su prometido el Ceo Cortés de industrias cortes, la familia se encontraba dedicada al negocio del entretenimiento, lanzaban artistas y producían series y películas, había sabido que les iba muy bien pero no eran nada en comparación al imperio Mendoza.

El Ceo Mendoza rara vez salía solo, siempre iban sus guardaespaldas con él, una comitiva de nueve a quince autos negros con los más preparados hombres exclusivamente a su servicio.

—Tienes que impedir la boda Mishima! ella no puede casarse sin antes asegurarme que no hubo consecuencias de lo que ocurrió entre nosotros esa noche!

—CEO Mendoza es tarde ya, la señorita de la Mora ya se a casado.—Mishima se encontraba un poco nervioso por las noticias que debía darle a su jefe.

Emilio apretó los dedos a su celular hasta que sus nudillos se volvieron blancos, sacala de ahí! ordenó furioso

—CEO Mendoza eso tampoco será posible, la señorita Alejandrina tuvo un desmayo en la recepción y fue llevada por su ahora esposo el Ceo Cortés a una clínica cercana.

—Entonces ve a por ella! rugió el Ceo investiga que le sucede! si está mal de salud quiero saberlo! espero la ubicación voy en camino!

—Cómo ordene jefe! iré enseguida por la señorita de la Mora

En la clínica Marco había llamado a sus padres que iban llegando furiosos dispuestos a destrozar a Alejandrina.

—Eres una zorra descarada Alejandrina! qué clase de mujer se casa con un hombre embarazada de otro? desde cuándo me estabas viendo la cara de imbécil? habla! ¿con quién me engañaste? ¿con quién te estuviste revolcando? me has convertido en el hazmereir de todos nuestros amigos! quedaré como el peor cornudo de la historia!

Marco estallaba de ira, la noticia del embarazo de Alejandrina lo pondría en la situación más vergonzosa de su vida, él que siempre había sido un don Juan ahora le daban una cucharada de su propia medicina, sería la burla!

Los padres del matrimonio se apresuraba a llegar, Braulio Cortés y Ana Cortés estaban indignados por el desvergonzado comportamiento de su nuera

Los padres de Alejandrina Ezequiel de la Mora y Queen de la Mora no se podían explicar qué había sucedido y no tenían cara para darle una explicación a los Cortés, Alejandrina había deshonrado a la familia de la Mora de la peor manera!

—Tú hija resultó ser toda una joyita Ezequiel! mira que casarse con mi hijo aún después de dar su mal paso es inconcebible! una burla total! está a sido por mucho la peor ofensa que le han hecho a mi familia, no quiero pensar lo que pasará cuándo se sepa y salga a la luz el impropio comportamiento de tu hija! será muy perjudicial para nuestra reputación

—Lo siento mucho Braulio, yo no tenía idea de que mi hija Alejandrina salía con alguien más, ella siempre la pasaba en casa, no puedo explicarme cómo sucedió todo ésto! —el padre de Alejandrina estaba que se le caía la cara de vergüenza mientras que Queen su madre, lloraba angustiada por lo que le esperaba a su hija, los Cortés la destruirían sin duda alguna

—¿Qué clase de madre eres Queen? que ejemplos le has dado a tu hija para que haya terminado de está manera? a manchado la reputación de la familia Cortés dejando a mi hijo como un cornudo! éste matrimonio se anulará de inmediato, doy gracias a dios que nunca se consumó, así todo será más fácil!

—No ofendas a mi esposa, Ana! Queen a sido una excelente madre! siempre le inculcó valores a nuestra hija, lo que Alejandrina hizo no es culpa de mi esposa!

—Aunque no lo sea Ezequiel, el resultado es el mismo! tú hija está embarazada de dios sabe quién? y mi hijo quedará cómo el cornudo más grande de Nueva York!

Afuera de la clínica, el Ceo Emilio Mendoza llegaba en su costoso deportivo llamando la atención de todos allí, el asistente Mishima lo abordo de inmediato,

—aquí está el diagnóstico jefe, leealo usted mismo por favor.

Mishima ya tenía todo lo que su jefe ocupaba a la mano, había sobornado al médico que estaba tratando a Alejandrina para que le facilitara la tabla de diagnóstico y su seguimiento, ya le había fallado en la mayoría de sus encargos, esperaba redimirse con éste último

Los hermosos ojos grises de Emilio recorrieron de arriba a abajo las palabras escritas, Alejandrina de la Mora, delicada anemia, cuenta con aproximadamente un mes de embarazo, el Ceo se detuvo unos segundos, levantó levemente los labios como si fuera una sonrisa antes de continuar, un hijo! su hijo! aunque no era planeado para el era una bendición, lo defendería de todos y de todo, su heredero ya estaba en camino!

Emilio continuo leyendo, requiere la atención urgente de un especialista en ginecología, Emilio leía cuidadosamente cada párrafo, más hubo uno en la parte baja de la derecha que llamó su atención

《!Probable riesgo de aborto!》

—¿Dónde está ella, Mishima?

Ella está en el ala de urgencias, su esposo y la familia de él la están haciendo pedazos, temo que por el estrés y estado de angustia de la señorita de la Mora, el bebé esté en riesgo!

—Por qué demonios no has hecho nada Mishima? por qué has permitido qué esa vulgar familia ataque a la madre de mi hijo?—el Ceo se enfureció con su asistente

Joshua Mishima quería intervenir pero sin una orden de su jefe no se atrevía, más sin embargo se había hecho una nota mental de siempre proteger a la señorita de la Mora, no volvería a cometer el mismo error dos veces

El asistente vió que su aterrorizante jefe encaminaba sus pasos en dirección a la sala de urgencias, —no quisiera estar en sus zapatos,— murmuró Mishima

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