Escape mafioso
Escape mafioso
Por: Erotica2022
Prólogo

Hace 6 años...

Vuelvo llorando a casa de la escuela, hoy me hicieron otra mala y pesada broma, destrozaron mis cuadernos el día en que mis maestros los verían, tuve una baja calificación y ahora seguro me espera un castigo.

Les dije a las maestras que no fue culpa mía, que tenía cada hoja limpia y en su lugar, no me creyeron o más bien, siguieron las órdenes del príncipe alfa.

Es el que más me molesta, llego a cortar mi precioso cabello largo y hasta teñirlo a un rubio asqueroso.

Mi cabello negro dejó de serlo por culpa de ese tonto.

Estar en casa o en la escuela es lo mismo, siempre salgo herida de alguna manera, mayor parte de ellas, físicas.

Papá me grita sin parar por el más mínimo error, hasta por no escribir bien mi nombre completo. Mamá ignora esos gritos o también se une cuando él la mira con la mala cara.

Tengo un hermano mayor, pero prefiere pasar tiempo con su novia o amigos en vez de verme. Hasta me ignora cuando paseo sola por el parque, según él le doy vergüenza por ser débil.

Intenté ser fuerte, de verdad que me esfuerzo en los entrenamientos, hasta voy a aquellos para los que no estoy apta con tal de que mi padre me sonría una vez.

Si, nunca ví a mi padre sonriente, siempre lo hace con mi hermano o madre, pero no es mi caso.

Veo la puerta de mi casa, tengo miedo de entrar, tiemblo como una hoja al tocar la perilla, pero no alcanzo ni a darle media vuelta que mi padre aparece del otro lado ¿Su cara? La misma de siempre, solo que más enfadado.

— ¿Por qué no tenías tu cuaderno completo?— me toma del brazo y sin medir su fuerza me tira al suelo dentro de la casa. — ¡No me sirves para nada! No solo naciste con vagina, sino que con una sucia y común Omega—

Otra vez saca a relucir mi condición de Omega, siempre lo hace cuando está enfadado.

— N...no fue mi culpa— soy licántropo, técnicamente tengo que sanar rápido, pero papá aprieta tan fuerte que tarda días en desaparecer la marca roja en mi muñeca.

— ¿No? ¿De quién fue esta vez? Hazte responsable de tus actos, mocosa— sé que aunque le diga la verdad no va a creerme.

— F...fue la hija menor del delta de la manada, rompió varias hojas de mi cuaderno— mi mejilla queda de lado ante el golpe que me da.

— ¡No hables así de ella! Esa niña es una Alfa, si ella te ordena que limpies el suelo con tu lengua, lo haces ¿Entendido?— no digo nada— ¡Contesta!— levanta su mano para golpearme de nuevo.

— ¡Si!— tengo miedo de otra marca, a nadie le importa que me pasa, hasta el hijo del alfa me trata como un tapete. — Y...ya basta, por favor—

¿Merezco esto? ¿Qué hice mal, diosa Luna?

Escaparé cuando encuentre a mi alma gemela.

Actualidad...

Esa mañana estaba caminando por las paredes de mi casa, la felicidad llenaba mi alma. El deseo de conocer a mi alma gemela, a mi mate. no me dejaba comer o dormir.

¡Mi destinado!

Semanas antes ya estaba preparando cada cosa con detalle, verdadero detalle. Flores, comida, ropa... Estaba lista para irme para siempre con el amor de mi vida, abandonar a mi familia y crear una identidad nueva.

Pero como todo en mi patética vida, no salió bien. Bueno, eso depende de la perspectiva, lo digo porque la m*****a diosa Luna me encadenó al Alfa de mi manada Black Claw.

Es aquí donde entra en juego la perspectiva, ya que muchas hubieran asesinado por obtener mi puesto y ser quien gobierne junto al Alfa, pero no, yo lo quería lo más lejos posible de mí.

¿Por qué? Era mi m*****a pesadilla desde que ingresé al preescolar, hasta en mis sueños tiraba de mi cabello. Ni pensar en la preparatoria quiero, ahí pagué cada uno de mis pecados pasados, presentes y hasta futuros.

Saber que yo era su Luna me voló los sesos y a la manada. Reuní el valor que no tuve antes para confrontarlo y lo rechacé delante de la manada cuando se arrodilló ante mí y me propuso ser su Luna.

Fue entonces cuando su verdadero ser emergió, me secuestró y encerró en su cuarto para "hablar y solucionar el problema". Cuando quiso tocarme de más, luchamos cuando quiso tomarme por la fuerza, desgarró mi ropa y se subió sobre mi, y yo no iba a permitir que arruine mi vida por mi rechazo, se lo merecía por cobarde.

Luché contra él y gané, lo dejé tan mal herido que incluso siendo lobo tuvieron que sedar y dejarlo en coma indefinidamente.

Quise escapar, juro por lo más sagrado que me faltó poco para llegar a los límites del territorio y convertirme en una rogue. Sin embargo, mi padre y tío me capturaron antes de cruzar, me presentaron como trofeo ante el viejo Alfa y este decidió mi castigo, muerte por tortura de plata.

Días encerrada en esa sucia celda me sirvieron para fortalecer mi mente y salir adelante sola. No me rendí, esa palabra no existe en mi diccionario y lo hice, fui la primera en escapar de ahí y esconderme de mi manada.

Me ocultaba tan bien que hasta era difícil encontrarme a mí misma. Fue gracioso cómo pude permanecer lejos de la vista de hombres lobos pero no de un simple humano, si, un maldito ser humano común pero muy poderoso me encontró ¡Por culpa de unos tragos! Lo conocí en un club, dormí con él y al día siguiente escapé de una mansión como una vulgar ladrona.

Ahora ya no me escondía solamente de un hombre lobo, sino también de un humano, no cualquier humano ¡Un mafioso! Si, de esos que matan indiscriminadamente, venden armas o drogas y compran a la policía.

Lo que siguió a eso, me convirtió en lo que soy ahora.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo