10

En Santa Rosita había dos formas de sobrevivir. O te ibas de  allí cuando pudieras, o hacías lo que fuera (legal o ilegal) para poder llevarle un poco de comida a tu familia. No en vano, los viajeros evitaban pasar por allí cuando iban en camino a la capital y los camioneros daban grandes rodeos para no pisar esos lares. Era tierra brava; una comunidad  fundada originalmente por aquellos ex convictos y prostitutas a los que el feroz avance de la mancha urbana los había forzado a asentarse en un agreste páramo, lejos de esas “buenas conciencias” que no dudan hacer cara de asco cuando se les acercan aquellos menos favorecidos que ellos. Y a pesar de que había pasado ya casi un siglo desde su fundación, poco había cambiado en Santa Rosita. El poblado seguía siendo refugio de una inmensa fauna de malandrines y marginados sociales por igual, que se acercaban al sitio, atraídos por una ausen

Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App